Pagos de Leza (Leza-AR)

Vino para sentir. Es el vino que produce esta bodega. Un vino que se viene elaborando desde hace muchos años, que su actual propietaria ostenta la cuarta generación y sus hijas, que ya comienzan a sentir la pasión vinícola serán la quinta generación de viticultores-bodegueros. Para nosotros es el ejemplo de la pasión por sus viñedos, la elaboración de los vinos y ofrecerlos como el mejor presente a sus visitantes y clientes.

Una construcción moderna, un año de antigüedad, pues vendieron las antiguas instalaciones a Freixenet y han construído esta maravilla donde todo está pensado, todo está ordenado, la limpieza espectacular, los detalles sorprendentes, es decir, una obra maestra donde los clientes pueden conservar los vinos que adquieren, donde existe el club de la cepa, amueblado con confortables sofás con vistas a la Sierra de Cantabria, un restaurante ampliable hasta 120 comensales, visitas teatralizadas, catas a ciegas, vendimia nocturna,… Mucho más que una bodega, una pasión, una ilusión.

Pero no es solamente una bodega, es un espacio donde disfrutar de principio a fin con todo lo relacionado con el vino, además de un viñedo experimental de uva tempranillo para obtener la mejor calidad. Hace años los viñedos tenían en sus lindes árboles frutales como el melocotón de viña, membrillero, manzano de sidra,… que en la época de floración transmitían todos esos olores y sabores en las uvas que allí se cultivaban. Todo ello quiere recuperarse para que el vino obtenido sea lo más perfumado y afrutado.

Una sala donde se puede realizar la cata de distintos vinos, potenciar el enoturismo, los maridajes, pues su situación privilegiada al pie de la Sierra de Cantabria, dispone de un microclima que no deja penetrar los vientos fríos del Norte ni el altísimo calor que se produce en verano.

La historia de una familia que comienza en 1915 con un pequeño viñedo y que al día de hoy consta de 48 hectáreas de viñedos vinculados a la finca más un viñedo de dos hectáreas, que en un futuro será el vino de pago. Las marcas con las que se comercializa el vino son Editor y Angel Santamaría. El tinto Angel Santamaría Reserva es una de las joyas de la familia, pues en él se encuentran tres generaciones. El vino lo preparó el padre, lo ha embotellado la hija y la etiqueta está diseñada por las nietas, tres generaciones en una sola botella. Un vino que evoluciona en botella, se puede conservar para una ocasión especial.

El vino Angel Santamaría siempre en las buenas mesas pues enriquece cualquier plato y sobre todo, está cuidado al detalle. ¡¡¡Ven y siéntelo!!!.

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