El Flaco y su espíritu viajero (Madrid)

Satay de pollo en tortita

No es que vayamos a escribir sobre viajes en general, sí de uno en particular, el que vamos a disfrutar en la mesa de este restaurante donde su chef Andy Boman, sueco de nacimiento pero que ha recorrido medio mundo (El Congo, Suiza, Reino Unido, Tailandia, Australia, Israel, Grecia, España…), recogiendo lo mejor de cada cocina y cuyos platos elabora con todo mimo y productos de primera calidad. Notaréis en el momento que os sirvan el primer plato que el cariño que transmite a los platos se convierten en una presencia elegante y atractiva, continuando con un sabor y texturas sorprendentes y deliciosas.

Vamos a encontrar platos suecos, vamos a encontrar platos con ingredientes japoneses o españoles, pero principalmente domina la cocina thai y los sabores del mundo. Todo ello, sin abusar de las mismas, fusionado con salsas de elaboración casera, algunas con un toque picante que nos atrevemos a decir que crean adicción. Platos originales como el Yukke estilo sueco con pera japonesa nashi y caviar Kalix o la Presa de ibérico puro marinada en gochujang. Pasamos a la deliciosa experiencia de la que hemos disfrutado recientemente.

Langostinos con sésamo y salsa ponzu

Indicar que, como la mayoría de las veces, todos los platos han sido para compartir (2 comensales) pues dicha fórmula permite disfrutar de más platos con unas cantidades correctas. Así la primera sorpresa es el aperitivo: Unos langostinos, limpios, con sésamo y salsa ponzu elaborada en casa, como todas ellas. Algunos platos tienen un toque de picante, ingrediente de la cocina thai, si bien al hacer la comanda nos preguntarán el nivel de picante que deseamos, pudiéndose incrementar si se desea. En nuestro caso hemos pedido el normal, siendo fácilmente tolerado.

Crujiente de Pato Pekín

Hemos dicho que la cocina thai es la predominante. Se puede comprobar en este primer plato, un satay de pollo de corral envuelto en una tortita de pasta fina y con una salsa secreta que realza el contenido del mismo. Siguiendo con el rollito crujiente de pato de Pekín al estilo thai, que a diferencia de los que conocéis, está elaborado con pato cocinado especialmente para este plato. Una salsa de excelente consecución complementa el mismo.

Chipirones de anzuelo con panko y mermelada de chiles

Hay un plato que os dejará con un gran recuerdo. Es el caso de los chipirones de anzuelo con panko y mermelada de chiles, dicho así parece un plato normal pero hay que probarlo. Unos chipirones frescos, recubiertos de un pan especial y fritos, consiguiendo una textura crujiente por fuera y tierna por dentro. Una mermelada de chiles con el punto de picante correcto y que anima al siguiente plato que consiste en …

Bao de panceta confitada en caldo cantonés

Un plato de moda como es el Bao. En este caso de panceta confitada en caldo cantonés y que se sirve en un soporte muy original y al que se añade un chorrito de lima en el momento de la consumición. La ración se compone de dos unidades, lo que facilita el que se comparta, como la mayoría de los platos. No queremos que nos lleve la pasión, pero cada plato supera al anterior, tanto en presentación, composición y sabores.

Curry verde de mar con albahaca thai

Terminamos con un curry verde de mar con albahaca thai. Intentaremos recordar su composición porque ha sido el plato estrella con el que hemos dado fin a la parte «salada» (seguro que repetiremos con otros platos porque merece la pena). Este plato se compone de una base de curry verde, picante en su justa medida, con mejillones, almejas, tiras de coco, chipirón plancha, chiles, bacalao skrei, langostinos, … y un bol de arroz de sésamo. No recordamos nada más pero el sabor ha quedado permanente. ¡¡¡Sensacional!!!.

Postre ElFlaco Mess

Pues sí, hemos llegado al postre. Un postre denominado Eton Mess, de origen británico, pero adaptado a la cocina de Andy, que a los ingredientes originales (fresas, trozos de merengue y nata) ha añadido su aportación personal que enriquece el mismo. El dulce de leche, el carpaccio de mango, el helado, el caramelo,… Un final de lo más feliz, que junto a un excelente café nos hará recordar durante bastante tiempo este establecimiento.

Mantel y servilleta de nilo

Hacemos notar algunos detalles que auguran un notable éxito al mismo. Aunque hace poco tiempo que ha abierto sus puertas (a primeros de Marzo de 2016) y ser un día de diario de la Semana Santa el día que lo hemos visitado (fechas en que hay muchas personas de vacaciones), el restaurante tenía más de la mitad de las mesas ocupadas. Otro de los detalles son las servilletas (de un buen tamaño para proteger bien), de lino al igual que el mantel. Una elegante vajilla, las originales lámparas-wok y una calle con poco tráfico donde es fácil aparcar el vehículo.

Mural de Kaori-Chan

Dispone de tres ambientes, con una cocina a la vista y la carta muy selectiva. Dos tipos de menú, el Degustación elaborado con los platos de la carta y que incluye cuatro entrantes, un principal y un postre por 40 €. De Martes a Viernes ofrece un menú con un costo de 13,90 que varía a diario y se compone de un aperitivo, un primer plato, un segundo plato, postre o café y bebida. Un servicio atento y profesional, que conoce bien la elaboración de los platos y que ayuda en la elección. Para acompañar la oferta, una selección de vinos que presta especial atención a blancos y rosados -compañeros perfectos de estas recetas- y también cervezas. ¡¡¡Seguro que repites!!!.

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