Que si quieres arroz Catalina… en el Palacio de la Misión (Madrid)
Cuando uno descubre un establecimiento donde tienen respeto por el producto, lo tratan bien, lo elaboran con maestría y a un precio razonable nos quitamos el sombrero, como dirían los franceses «chapeau». En plena Casa de Campo, ocupando el pabellón de Cáceres de la antigua Feria del Campo de Madrid y ahora denominado Palacio de la Misión.
Un restaurante que además de encontrarse en un entorno privilegiado, el pulmón de Madrid, de no tener ninguna dificultad para aparcar y de poder disfrutar de una mesa donde los productos que nos sirvan son de superior calidad, dispone de un excelente servicio y unos platos exquisitos, basados principalmente en el arroz.
La carta no es muy amplia, pues han estructurado la misma en torno al arroz, su producto estrella, por lo que nos van a sugerir la degustación de dos menús: el denominado Menú Catalina que incluye postre o café por 25 euros/comensal y el menú sorpresa, con un costo de 40 euros/comensal. Los dos incluyen el IVA pero no la bebida.
El menú Catalina se compone de aperitivos del día, surtido de panes y regañas almonteñas, ajo aceite al azafrán, boquerones en vinagre caseros, la ensaladilla rusa con caviar de trucha ¡¡¡espectacular!!!, fritura del día y un arroz de la carta (el único que lleva un suplemento de 4 euros/persona es el de bogavante).
En el menú sorpresa solamente tendremos que ocuparnos de elegir tipo de arroz que deseamos (huertano, montanero, del señorito,…), pudiendo elegir entre 5 especialidades de arroz seco, tres melosos y la especialidad de la casa, la auténtica paella valenciana con pato, conejo, garrofon, caracoles,… Debe pedirse con 3 horas de antelación, pues los productos deben estar ese tiempo cociendo.
Nosotros hemos disfrutado del menú sorpresa con arroz del señorito. Escribir sobre ello es revivir el haber disfrutado de unos platos tan conseguidos, algunos de ellos «humildes», como la ensaladilla rusa pero espectaculares en su degustación. Pero comencemos por el aperitivo…
… Nueces de macadamia garrapiñadas y encurtidos caseros, elegante presentación y sorprendente sabor, a los que siguió una esferificación de aceite en forma de aceituna, explosionando de sabor en la boca. La sorprendente ensaladilla rusa, de la que somos unos apasionados, en este caso con caviar de trucha, es la tercera vez que lo escribimos y no nos cansamos de decirlo ¡¡¡espectacular!!!. Boquerones en vinagre caseros con anchoa en su punto de sabor. Una gamba roja de Denia (en este caso de Palamós) fresquísima y potente de sabor. Finalizan los entrantes con calamares frescos fritos a la andaluza. Unos entrantes de lujo.
Pero llegamos al arroz. El arroz que se utiliza es la variedad sénia, un arroz que tiene la capacidad de absorber el sabor de otros alimentos pero que se pasa muy rápido. Imaginar el sabor del arroz después de absorber el fondo de pescado, más gambas, más calamar, más medio bogavante por persona ¡¡¡sensacional!!!. En su punto, ración abundante y grano suelto.
Pues sí, hemos llegado a los postres y nos han ofrecido dos delicias a las que no hemos podido resistirnos, ya que por un lado un flan con huevo de chocolate bañado en oro comestible y por el otro una mousse de limón con frutas naturales han conseguido que se pudiera redondear este menú de una forma tan dulce y deliciosa.
Un buen café, bien hecho, con cariño como nos gusta decir, han cerrado esta estupenda comida de la que hemos disfrutado hace unos días. Os recomendamos muchísimo este establecimiento, la relación calidad/precio es extraordinaria y la calidad de los productos fuera de serie.
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