Rooster – Descubriendo el buen hacer (Madrid)
No sabemos por donde empezar porque son tantas y buenas cosas las que queremos contar que se nos crea un embudo cerebral y no las deja pasar. Si hablamos del local ¡super acogedor!. Si hablamos del servicio ¡Impecable!. Si comentamos la acogida ¡encantadora! y ya si describimos los platos ¡¡¡Espectaculares!!!. De los establecimientos en los que te encuentras a gusto, el tiempo pasa sin darte cuenta, nada más llegar te traen un aperitivo junto con la bebida que hayas solicitado, además de dos tipos de pan y una prueba de aceite de oliva virgen extra, afortunadamente de moda en los buenos establecimientos.
Ingredientes que cocinamos con pasión, servimos con ilusión y maridamos con entusiasmo (lema de Rooster)Te entregan la carta pero… es una cocina más que de mercado, de calidad extraordinaria en el origen, pues su jefe de cocina, Alfonso Castellanos, previamente a abrir el restaurante recorrió una gran parte de España buscando los proveedores, la mayoría de pequeños productores. Así las terneras (lechales) son de Galicia, el pescado de varios puertos tanto del Norte (Burela) como del Sur (Rota), las verduras de huerta propia, es decir, cuando estáis degustando un pescado el día anterior estaba nadando tranquilamente. Por eso la carta puede tener carencias o incorporaciones a diario. Otra ventaja es que en algunos casos sirven medios platos.
Productos de primera calidad buscados en sus orígenesLas raciones son muy correctas, el producto como ya hemos dicho de una calidad extraordinaria y la elaboración de los platos es sencilla, no necesitan muchos elementos, el cariño con el que trata Alfonso el producto es suficiente para obtener unos platos muy apetitosos. Pero veamos algunos ejemplos porque me imagino que ya tendréis las glándulas salivales a tope.
Hemos comenzado por una ensaladilla rusa. Hace unos días escribíamos sobre este producto, alegrándonos que se está imponiendo en todas las mesas de los buenos restaurantes, aunque es un plato muy clásico, quizás evolucionado debido a las técnicas culinarias actuales. De un exquisito sabor y los productos con la textura adecuada. En este caso coronada con una flor de mahonesa virgen.
Magníficos productos de temporada como las alcachofasSeguimos con una croqueta rooster (gallo de corral) de un sabor penetrante, potente y la textura como deben ser las croquetas, crujiente por fuera y cremosas por dentro. Continuamos con unas alcachofas salteadas con chantarelas, crema de alcachofa, jugo de carne y queso de Mahón. Evidentemente insuperables, es la temporada de las alcachofas y ya hemos indicado que son de huerta propia. ¡¡¡Riquísimas!!! Debéis aprovechar antes de que termine la temporada.
Como una de las especialidades de la casa nos recomendaron el huevo pochado en manteca colorá y crema de patata, que aunque pudiera parecer un poco grasiento no lo es, pues el equilibrio entre el huevo en la parte superior, la crema de patata en la inferior y la manteca colorá ocupando los pequeños espacios libres convierte dicho plato en una exclusiva de sabor.
El pescado que el día anterior estaba en el marPero llega un plato de pescado, nos recomiendan mero, nos sirven dos trozos de mero amarillo de Conil, preparado a la parrilla y acompañado de gambas y una fina crema de patata. Decir que el mero solamente llevaba la parrilla (ni ajo, ni especias, ni… nada de nada de nada) pero estaba delicioso. Un pescado que el día anterior estaba en el mar como decíamos antes.
Pues no, todavía no ha terminado, queda la carne. En este caso en forma de mollejas de ternera lechal al carbón con puré de calabaza y salsa con reducción al PX. Exquisitas, con una textura agradable y un sabor verdaderamente espectacular. Es sorprendente el punto que imprimen en cocina a todos estos productos, que apenas llevan elaboración, muy naturales, conservando todo el sabor del origen.
Postres caseros y petits fours deliciososLlegan los postres, con una carta de elaboraciones caseras en los que además de tartas y fruta hemos encontrado uno muy original: Migas dulces con mousse de chocolate caliente y mandarinas. Son migas normales preparadas con azúcar, una mousse de chocolate recién elaborada y mandarinas confitadas. Nos han parecido un poco dulces, pero desde la base de que no somos muy amantes de los productos dulces.
Una sobremesa agradable, acompañada de un buen café y unos petits fours han puesto el sello final a esta comida que nos ha causado una estupenda impresión, con una relación calidad/precio excelente y donde les gusta su trabajo y ponen su pasión. Para recordar mucho tiempo.
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