La Sopa Boba no te deja indiferente (Alpedrete-M)
Muchas veces visitamos restaurantes que nos gusta la comida, buen servicio, ambiente agradable, pero nada más, aunque ya es bastante, pero en este caso decimos que no te deja indiferente porque Fernando Limón, de una forma natural, te va a presentar unos platos que te van a marcar. Quizás sea demasiado decir que es el Leonardo da Vinci de la gastronomía (y otros varios temas) actual, pero así nos ha parecido. Cierto que lo hemos visitado un día muy caluroso, pero el sol no nos ha afectado.
Al llegar nos recibe Fernando, es mediodía y hace las veces de Jefe de Sala, aconsejando o aclarando el contenido de los platos a los clientes. En nuestro caso nos decantamos por compartir todos los platos (2 comensales) pero con pequeñas raciones y así probar más especialidades, siempre que sea posible. Nos toma nota de la bebida y comienza esta original y divertida degustación gastronómica.
Nos sirven un vermut con aceitunas. ¿Que no se aprecia en la fotografía? Está muy claro: La esfera verde (el bombón), es la aceituna, por dentro se encuentra el vermut, por lo que es necesario meterlo en la boca entero, si se muerde se estropea. ¡¡¡Ya decíamos que era una comida original y divertida!!!. Como aperitivo nos sirven edamame al vapor.
Sigue un plato riquísimo, especialmente para los amantes del marisco. Un buey de mar relleno de su propia carne, con huecatay (una planta peruana muy utilizada en la cocina) y ensalada criolla. Hemos encontrado muchos platos de la cocina nikkei, en una versión excelente, como es el caso de esta ensalada criolla.
Continúa un plato con un producto muy nacional, las sardinas ahumadas y marinadas con guacamole, que las sirven en una parrilla alimentada por tomillos de la zona y … hay que tener cuidado, pues el soporte de la parrilla, parecen champiñones, son piedras rodadas que están diciendo «cómeme». Elaboradas en casa y de un sabor y textura correctísimas.
Nos sirven una cafetera, de las antiguas, de las de poner al fuego ¿Ya hemos terminado? ¡¡¡No!!! Es el salmón salvaje de Alaska marinado y ahumado en cafetera. La mostramos abierta para que veáis su contenido. La salsa es de soja pero que ha sido modificada en el procedimiento de marinado del salmón. ¡Ya decíamos al principio que para qué se utilizarían las pinzas que estaban con el cubierto! Pues para coger el salmón y pasarlo por la salsa.
Ya sabíamos, por lo que estábamos viendo, que los platos eran imaginativos y tenían tendencia a la cocina fusión. Prueba de ello son las gyozas de gambas al ajillo (más fusión con la cocina española no se puede pedir), con migas de témpura y salsa de yozu y miso. Y la difícil elección de qué era lo más rico. Pues todo el conjunto. ¡¡¡Una delicia!!!.
¡¡¡No digáis que no es divertido!!! El sabor espectacular, los productos de primera calidad, la elaboración perfecta y original. Sigamos con el resto de platos. Una fusión mar y montaña donde unas vieiras envueltas en panceta ibérica con enoki y salsa de tamarindo presentan un plato muy apetitoso. Las vieiras exquisitas, el enoki (seta japonesa de cultivo larga y delgadita) muy agradable en boca y la salsa de tamarindo ideal para acompañar.
Ahora un acertijo. Vamos a poner el nombre del plato al final (no vale hacer trampas y mirarlo, hay que ir por orden), si bien en base a la fotografía superior vais a describir el plato que es. Tenéis un 90% de posibilidades de confundiros, pero lo debéis intentar. El nombre del plato es huevo trufado (que lo habéis adivinado seguro), pero con Morcilla de calamares en su tinta (arroz negro envuelto en alga nori) y setas. Se toma mezclando todos los ingredientes, quedando una textura de arroz meloso.
Un ravioli de cococha de bacalao con morro de cerdo ibérico y reducción de caldo de cocido de un sabor un poco indefinido, es el plato de menor impacto. Pero claro, es que el siguiente supera cualquier espectativa. Una carrillera de atún rojo con katsobushi (virutas de atún alargadas que con el calor de la carrillera se mueven). ¡¡¡Qué decir del rey del mar!!! El atún rojo, del que se dice que se aprovecha todo, igual que del cerdo. En este caso las carrilleras, tiernas, sabrosas, textura suave y servido con una guarnición variada (couscous, gelatina, mermelada de pimiento, pimientos verdes pequeñitos, …).
Y llega el final. Nos alegramos por la salud y la operación bikini pero nos da pena porque se acaba. Como todo lo bueno tiene su fin. En postres hay una gran variedad, siendo la estrella la maceta de chocolate. No somos muy chocolateros y nos decantamos por una crema de torta del casar con vainilla, membrillo y trufa. ¡¡¡Espectacular!!!. El sabor de la torta realzado por la elaboración y la buena armonía de los ingredientes, agradable de sabor, frío, … nos faltan calificativos. ¡¡¡Qué rico!!!.
Un café y un licor de … regaliz ponen fin a esta divertida, original e inolvidable velada, porque hasta el ambiente acompaña desde que se entra. Os recomendamos lavaros las manos. Confieso que estaba delante del lavabo y no lo veía. ¿Otro trampantojo?. El suelo es de cemento, tiene incrustados trozos de pista de scalextric, circuitos eléctricos, arandelas, … ¿genialidades?. Si el tiempo acompaña una amplia terraza te permitirá disfrutar de una buena mesa al aire libre.
Madrid Tres jamones #gyozas de gambas #morcilla de calamares en su tinta #salmon #vieiras envueltas en panceta
Comentarios cerrados