Qué buenos recuerdos la frase: ¡¡¡A desayunar!!!

Recuerdos de cuando éramos niños, ahora los vivimos con los hijos y nietos porque es un momento del día en que todos están contentos, tienen todo el día por delante, con sus planes, que se comentan en familia, si ya es fin de semana impresionante, todos juntos y sin prisa. Hablando de prisas, el desayuno debe ser un momento de relax, de planificar el día tranquilamente, y si nos lo sirven mucho mejor. Os proponemos nueve formas para disfrutar de un excelente desayuno, para alegrarse desde primeras horas de la mañana. O quizás prefieras un café y a media mañana hacer una paradita. Para todos los gustos.

Bowl Bar

Empezamos por el más moderno, donde tres amigos, Luis Muñoz de Luna, Mario Scheffer y Gon Hierro proponen una cocina saludable y divertida en bol y sus desayunos no podían ser menos. Sus Bowl Brunches son perfectos para arrancar el día con energía: Americano, Inglés, El de aquí, Francés o Buda&Pest. ¿Salchichas y Benedictine, todo en plato hondo? Que nadie se los pierda porque sus precios también son concentrados, desde 4’20 € y pueden completarse con café y zumo por 2’50 € más. Y dato importarte, los sirven de martes a sábado hasta las 13:00h. Otra opción, uno de sus zumos naturales, como el Red Forest, a base de pomelo, arándano, grosella, mora, frambuesa y bayas de goji (desde 3’20 €).

Y como aquí hay platos para todos los gustos, también sirven unos Smoothie bowls con base de yogur, helado de leche merengada o leche de coco y frutas, galletas, chocolate… ¡que son una locura! Y claro, también tienen desayunos más al uso de barrita de pan… Sin olvidar, que gracias a su unión con la plataforma Cobicuo, Bowl Bar es el rincón perfecto para los trabajadores nómadas, ya que ofrece su local -y su wifi- a aquellos profesionales o freelance que quieran trabajar o reunirse de 10:00 a 13:00 h. y por las tardes de 17:00 a 20:00 horas.

Chigre

Chigre es producto, honestidad y cercanía y trae un poco de la tierrina al corazón de Madrid. Eso sí, es un ‘chigre posh’ y con opciones para todos los gustos desde primera hora de la mañana… Aquí podemos disfrutar de un desayuno Clásico -café o infusión con bollería-, Madrileño -con churros-, Español -con pincho de tortilla, que está muy muy rica-, Payés -con unos huevos revueltos- y también Vegetariano -leche de soja, muesli y fruta fresca-.

En total 9 desayunos para elegir, desde 2’50 €, 2 € más si añadimos un zumo de naranja natural. Otra opción -que está de muerte-, es su Tostada francesa o el Sándwich Croque Monsieur. Lo dicho, propuestas para todos… Además, los sirven tanto en su agradable zona de barra como en su terraza semicubierta… Te sientes donde te sientes apetece quedarse, lástima que haya que irse a trabajar.

Colósimo

Ortega y Gasset, 67. Madrid. Tel. 91 453 14 25.

Recién llegado al Barrio de Salamanca, es el proyecto de dos jóvenes hermanos gaditanos, Ricardo y Manuel Romero, que tras formarse en interesantes fogones, han comenzado esta andadura en solitario y conquistan con recetas sencillas. Desde las 10:30 h., se puede tomar uno de sus must, su tortilla de patatas, que ya es famosa en la zona. Junto a este jugoso pincho (3’50 €), un propuesta de lo más clásica: pan de pueblo de Panic –que puede untarse de AOVE, mantequilla o manteca colorá, un guiño a su tierra-. Para acompañar, un buen café. Además de en su agradable barra, se puede desayunar en la terraza.

La Barra de Sandó

Ubicada en la recepción del Hotel Santo Domingo, a pocos pasos de la Gran Vía madrileña, es perfecta para empezar el día con energía antes de una sesión de shopping. A diario y a partir de las 10:30 h., sirven 5 tipos de desayuno: tostada, bollería, sándwich, ibérico y huevos con bacon, siempre acompañados de café y zumo de naranja, desde 4’75 €. El alegre espacio le ‘roba’ un hueco al lobby del hotel y está separado por una espectacular celosía blanca que deja ver la ajetreada y divertida actividad de un hotel pero sin ser visto…

Los Galayos

Este restaurante centenario, que ahora celebra su 125 aniversario, se encuentra en un escenario urbano de tanta belleza y relevancia urbanística como es la Plaza Mayor. Abierto desde las 9 de mañana puede desayunarse en su agradable terraza de la calle Botoneras o en la recientemente reformada zona de barra que cuenta también con mesas altas. Además, la barra es una obra de arte en sí misma, ya que está tallada a mano y data del siglo XVII.

En cuanto a su oferta de desayunos tienen propuestas 100% clásicas como café + tostada o bollería o churros por 2’20 € -3’90 € si le añadimos el zumo de naranja-; o café o caña con pincho de tortilla por 3’90 €. Muy nuestro esto, ¿verdad? También puede montarse cada uno su propio ‘banquete’ matutino, por opciones que no sea: tortilla paisana, montaditos variados, sándwich mixto, huevos revueltos o fritos y os podéis atrever a unos torreznos recién hechos, bizcocho casero, hasta su famosa torrija de pan candeal está disponible para empezar el día…

Ponzano

Este restaurante, situado en una de las calles más animadas del barrio de Chamberí, es todo un referente, y desayunar en su barra es un acierto. Y es que los molletes de pan candeal que sirven son una maravilla. Además tienen una amplia variedad de panes de La Miguiña. Por supuesto no falta tradición: porras, churros… Y como siempre en esta casa, todos los ingredientes son de calidad: AOVE, tomate natural rallado, mantequilla ‘centenaria’ de Burgos, café 100% natural Arábica. Ah, nos cuenta Paco García que el desayuno que más vende es el de pincho de tortilla… por algo será. Desde 2’30 €; 2 € más con zumo de naranja recién exprimido.

Mercado de Vallehermoso

El Mercado de Vallehermoso es mucho más que un mercado, es un ‘ecosistema’ donde productores, comerciantes y hosteleros de todas las generaciones forman una gran familia. El resultado es un mercado innovador, con más de 60 puestos -entre abastos, restaurantes y comercios con degustación-, ecléctico, honesto y responsable en el que pasear, comprar, comer y disfrutar del ambiente es un auténtico privilegio, porque como éste quedan pocos. Pero en esta ocasión, traspasamos sus puertas y nos vamos directamente a la zona de la galería de productores, desayunamos y ya luego hacemos la compra.

El Escaparate

Sirve en su agradable barra desayunos ‘del barrio’ de martes a sábado de 8:00 a 12:00h. Y es que aquí el café es de AB -por supuesto de tueste natural-; el AOVE es de Finca Duernas (Arbequina o Picual, a elección del cliente); el tomate natural que trituran, de la frutería del mercado Hermanos Peña; el Pan es de la calle Viriato, de los hermanos Alfonso y Alberto, que llevan toda la vida amasando; la leche y la mantequilla de la Colmenareña; los croissants de La Oriental y los churros y las porras de El Valle. Es resumen, todo del barrio.

Randall Coffee Roasters

Otra opción, imprescindible para los amantes del café es Randall Coffee Roasters. Y es que Barry Randall tiene su propia microtostadora de café de especialidad y en este puesto -con barra y zona de mesas altas- lo vende (desde 7’50 el paquete de 2’50gr.) y lo sirve de martes a sábado desde las 10:00 h. y los domingos desde las 12.00 horas. En su oferta para los coffelovers encontramos opciones en caliente como el americano, con leche fresca, cáscara, degustación origen… y en frío, como el iced latte o el expresso tonic. Para acompañarlo, distintas variedades de cookies.

Si desayunas en casa… desayuna con pan:

Viena La Baguette & Viena La Crem

Paco Fernández -4ª generación al frente de este negocio centenario-, utiliza harinas del mundo y de diferentes cereales o semillas, y hace panes integrales, ecológicos, sin aditivos y de muchas formas y tamaños diferentes. Todos son artesanos y de masa madre, panes ‘vivos’ que conquistan hogares y a grandes chefs del panorama nacional. Y es que cada una de sus piezas huelen y saben a tradición… Son panes como el de centeno, genial para empezar el día ya que se trata de un pan integral de grano completo, que favorece el tránsito intestinal y es muy digestivo.

El candeal, perfecto para empapar en un buen aceite y disfrutar; la torta de aceite bio Alma de Almazaras de la Subbética, a la que solo le falta el jamón y el tomate, porque el aceite ya va dentro; o el de maíz, tan típico en el norte de España, que Paco elabora con harina gallega. Y así, hasta más de 50 opciones, porque si para gustos colores, para panes paladares. Para hacerte con cualquiera de estos, muchos de ellos en formato hogaza, hay que llamar al obrador, encargarlo y luego pasar a recogerlo. Más tradicional, imposible.

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