Burbujas del Sella, para ver las estrellas dulcemente
No vamos a hablar del motivo por que se utiliza habitualmente esta frase pues en este caso es real, recoge su verdadero sentido y nos hará sentir plácidamente desde una excelente posición esta excelente y yo diría que elegante vista: El lujo de dormir bajo las estrellas.
Dormir bajo las estrellas con el máximo confort es una experiencia inolvidable que solo se puede vivir en un lugar tan especial como las Burbujas del Sella (Meluerda, Ribadesella, Asturias), un establecimiento muy diferente que acaba de abrir sus puertas.
En este rincón lleno de magia, cada burbuja, formada por tres cúpulas transparentes, alberga una suite de 50 metros cuadrados desde la que disfrutar de unas increíbles panorámicas del cielo estrellado durante la noche y de unas magníficas vistas durante el día.
Artemis y Selene (en referencia a las diosas griegas de la luna creciente y llena, respectivamente) cuentan con todas las comodidades de un alojamiento de lujo ofreciendo, a la vez, esa vibrante dosis de aventura que supone dormir en plena naturaleza.
En las Burbujas del Sella, cada noche es única y, desde su esfera, el huésped puede sentirse el centro del universo, gracias a esa visión 360 que le permitirá observar constelaciones, planetas e incluso, según la época, lluvias de estrellas.
Ideadas para dos personas, tanto Artemis como Selene están completamente climatizadas y cuentan con una sala de estar, un baño y un dormitorio con cama king size con todos los detalles para convertir la estancia en inolvidable.
Para sus creadores la intimidad era clave, por eso cada burbuja se ha situado en un jardín privado y parcelado con acceso exclusivo.
El alojamiento incluye un delicioso desayuno que se sirve cada mañana en una cesta pero los huéspedes tendrán también la oportunidad de personalizar la experiencia solicitando servicios adicionales que encontrarán en su web.
Las Burbujas del Sella se encuentran en la zona oriental de Asturias, conocida por ser un entorno único donde mar y montaña prácticamente se dan la mano, por sus playas de arena fina y agua cristalina, sus verdes paisajes y, por supuesto, su gastronomía, por lo que son el lugar perfecto para desconectar unos días en cualquier época del año.
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