EL CABALLO DE TROYA – TAPEO EN VALLADOLID.
Se encuentra en un espacio histórico artístico, de estilo renacentista, con un pozo en el patio central que nos traslada a tiempos pasados.
El local se encuentra muy bien distribuido, donde se diferencian claramente tres zonas. El bar, con mesas donde también sirven el menú diario a un precio de 12,60. Con vistas al patio interior hay dos comedores, uno en la parte inferior y otro en la parte superior, con mesas en el corredor que bordea el mismo. Cualquiera de ellos es acogedor.
Entre las tapas, para disfrutar de su cocina aunque sea brevemente, os recomendamos la de Queso Brie con membrillo y el Queso Roquefort con nueces y miel.
En el restaurante se puede encontrar una carta breve pero escogida, con productos recios en los primeros platos, así como sus platos de carne y pescado.
Entre las legumbres de la región destacamos el cocido castellano, las alubias blancas y pintas, así como el rabo con patatas.
Las mollejas y los callos, recomendados como entrada. Para las carnes os recomendamos el lechazo en cualquiera de sus versiones, en chuletitas a la plancha, guisado o asado. Al ser una materia prima de primera calidad el resultado es un plato exquisito.
El bar-restaurante El Caballo de Troya se encuentra en la c/Correos 1, Valladolid. Tel.: 983.350.031.
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MÁS QUE PÉSIMO . El colmo del absurdo desde que accedes al local. De entrada, tienes que decidir en la misma puerta si vas a comer un menú de 13 euros, de 25 o a la carta. Eso es al menos lo que te comunica una camarera con una terrible cara de mala leche. Motivo?: Depente de lo que comas te llevan a la Taberna(13), restaurante(25) o terraza (carta). Qué hay clases.¿eh?.
Elegimos restaurante, nos buscamos la vida para encontrar el camino, porque la envarada ni se digno en acompañarnos, y nos sentamos. No fué mucho mejor. Desidia,malos modos,y una falta de profesionalidad absoluta. Con decir que el vino que nos pusieron venía en una botella abierta y por la mitad,creo que queda dicho todo.
Nos queda la satisfacción de saber que el trato con el que nos dispensó el estirado camarero, no fué algo personal. Pudimos comprobar que a los comensales de las otras 3 mesas se les trataba con el mismo desdén. Pagamos 52 ,60 € . Aunque parezca mentira no nos marchamos, pero no volveremos. Que descansen en paz.
Lo que buscamos cuando vamos a resturante es que cumpla las espectativas en cuanto a gastronomía, servicio,limpieza, decoración, situación, etc restaurante Santi (el caballo de troya) cumple bastante bien toods estos requerimientos . Se puede comer desde un menu de 24€ y si tienes el bolsillo más amplio la media puede ser 40€. Buen referente Vallisoletano
Referente vallisoletano en gastronomia clásica, ubicado en un edificio renacentista, es un placer desde que entras. El servicio es bueno, gente joven con la sonrisa en la boca , que es de agradecer. Los platos sin grandes sorpresas, pero con la solidez de los guisos de la tierra cocidos, lentejas etc. Entrantes variados desde alcachofas,hasta almejas.Dos o tres tipos de carne y media docena de pesacados.Una carta escueta pero con genero de primera calidad. Generosa carta de vinos. Se llega bien andando o en coche y en el patio puedes tomarte el cafe mientras fumas un puro. También tiene en el mismo espacio una cafetería taberna más apta para tapear, aunque también sirven comidas con precios más baratos. Se puede recomendar, pero si miras el bolsillo vigila los vinos, aunque siempre lo puedes compensar pidiendo unos huevos fritos con jamón.
Estuve tapeando con un amigo. El local no estaba excesivamente lleno (mitad del aforo). Había suficiente hueco en la primera línea de barra para pedir sin excesivos problemas. El camarero nos dijo que tendríamos que esperar para pedir. Después de unos 10 minutos nos fuimos. A la media hora volvimos, ya con menos gente en el local. Tardaron un rato en preguntarnos lo que deseábamos (2 Arzuagas y 2 tostas de foie). El vino nos lo sirvieron con relativa celeridad, pero las tostas (muy ricas) hubo que comerlas a palo seco porque tardaron unos 20 minutos en traerlas.
En resumen, buena calidad pero servicio extremadamente lento. No volveremos.
Muchas veces se estropean los establecimientos por la tardanza, cuando no hay razón, porque si no estaba muy lleno no debería haber ningún problema. Lo sentimos.