Calleja Restaurante un rincón roceño con solera y calidad (Las Rozas de Madrid)

Un rincón porque está ubicado en un espacio alejado de todos los ruidos si bien cercano a la A-6, con solera porque lleva más de 60 años «dando de comer» a los roceños y visitantes y calidad porque desde sus orígenes han presentado todos sus platos con los mejores productos y excelente elaboración, habiendo evolucionado siempre a mejor tanto en su calidad, variedad y ambiente.

Al día de hoy encontramos cuatro ambientes. Nada más entrar la barra, donde esperemos que en poco tiempo pueda ser utilizada para la espera al resto de comensales, para charlar con los amigos, para tomar un vermú o para un tentempie o picoteo. Dos amplios comedores y una extraordinaria terraza con vegetación, sombras, soleada, es decir, para encontrar el espacio adecuado para cada gusto. Por supuesto hemos dejado el coche en el aparcamiento privado del mismo.

Y nos sentamos a la mesa. Habíamos visto la carta en internet, nos entregan la carta también, pero en la mesa hay un díptico con un menú especial por 34 euros, impuestos incluídos. No incluye bebida ni café. Se sirven para dos personas y en principio, para compartir Jamón de bellota y gambas a la plancha o al ajillo para compartir.

Como segundos platos encontramos cuatro opciones: Entrecot o presa ibérica o merluza al horno o cogote de merluza a la plancha. De postres hay elección sobre una decena, la mayor parte elaborados en casa. Una carta de vinos con referencias escogidas nos predisponen a esta comida que resultó exitosa.

La atención exquisita, desde la llegada se percibe una buena acogida para el cliente y una forma agradable en el trato. Comenzamos por unas cervezas mientras tomamos unas aceitunas gordal deshuesadas (quizás un aperitivo un poco más elaborado – ensaladilla, paté, canapé, … – complementaría a la perfección el comienzo).

El ritmo en el servicio de platos perfecto, cuatro comensales, nos llegan dos platos de jamón que compartimos por parejas. Jamón de bellota ideal en su curación, entendemos que de tres añadas. Se acompaña de panecillos de excelente calidad sin tomate (para no distorsionar el sabor del jamón – un buen detalle).

Al servirnos las gambas, igualmente en dos platos, con siete gambas en cada uno nos traen unas servilletas desechables para adecuar las manos. Una gamba muy bien preparada y de buena calidad. Y nos llegan los segundos platos.

Hemos dicho que llegan los platos a un ritmo correcto. La merluza impecable, caliente, como debe ser, una ración muy correcta en tamaño y una calidad espectacular. Viene acompañada de una guarnición muy rica y acorde con el pescado. No hablamos de otros segundos porque la elección del cogote de merluza ha sido por unanimidad. Un gran acierto dicha elección, aunque nos reservamos para el entrecot en la próxima visita.

Elegir el postre es lo más difícil. Lo dicen «cantado». Cuando pronuncian «Sorbete del limón al cava» piensas «me lo pido» siguen con arroz con leche … terrible duda. «Piña natural» así rebajo la comida … pero llega la tarta de chocolate, los helados, zumo de naranja, flan de huevo,… Entonces tienes que tomar la decisión final.

En este caso si ha habido variedad en la elección. Un arroz con leche en su punto, hecho con paciencia a fuego lento y sin dejar de mover … Extraordinario. Por otro lado el flan de huevo, cremoso, dulce correcto. También ha habido tarta de chocolate para los más golosos (que son dos evidentemente). Acompañados por chupitos invitación de la casa.

Un lugar muy recomendable al que se le «coge cariño» con una cocina sin grandes complicaciones pero siguiendo las recetas que satisfacen a los comensales. El menú que hemos tomado es de gran calidad y una buena relación calidad/precio.

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