En camisa de once varas

NOTA: Las fotografías incluídas no son directamente relacionadas con el tema, son de otras publicaciones normales.

Nos gusta mucho recurrir a los refranes o frases hechas, pues con pocas palabras, claras, conocidas y de vocabulario normal se explica o se da un consejo de una forma que no da lugar a error. En este caso hemos elegido la frase hecha de «Meterse en camisa de once varas», que se refiere al hecho de una persona que se mete en asuntos o problemas que no conoce. Intentaremos explicar por qué decimos esto.

La gastronomía está de moda, de eso no hay ninguna duda. Hay muchas personas que «entienden de vinos», agitan la copa, miran la lágrima, paladean y dan su opinión. ¿Siempre acertada?. Dejémoslo en la duda. Pero en este caso hablamos del consumidor, que si se confunde es con él mismo, pero queremos trasladar el mismo tema al empresario, principalmente el que decide poner una «tienda gourmet», tan fácil de montar según ellos y tan fácil hacer negocio, pero, como en todas las cosas, hay que saber.

No queremos decir que haya que hacer un master, pero por lo menos conocer un poco el ambiente de la gastronomía, conocer el origen de los productos, saber algo sobre ellos, pero no, montan la tienda según les indica el proveedor y a vender, o por lo menos es lo que pretenden, porque hay personas que puedan solicitar un producto normal, una lata de mejillones por ejemplo. ¿Pero y si nos piden unas algas? ¿Y si nos piden una salsa especial para un plato?.

También están los precios. Nosotros, por nuestra función, los comprobamos pero no exhaustivamente, tenemos unas referencias por las que comparamos precios (una marca concreta de ginebra, un paté, quesos, chocolates,…) es decir, productos, marcas y tipos exactamente iguales, por lo que los precios deben ser muy similares, tanto en grandes superficies, como tiendas de barrio como en las definidas tiendas gourmet. Y ahí viene el problema, hay diferencias de precio de un 50% de incremento en las tiendas gourmet. A nuestro entender deben ser algo superiores en precio, hay una persona que te atiende, no es como en un supermercado que te sirves tu solo, pero no justifica un incremento del 50%.

El asesoramiento también es muy importante. En una tienda gourmet puede haber un 30% de productos que no conoces (al día de hoy puede ser así), preguntas y te deben contestar con toda concreción, si preguntas el origen, si preguntas si se toma sólo o acompañado, si tiene gluten (al día de hoy muy importante), es decir, cualquier tema relacionado con el producto que se quiere adquirir. En cierta ocasión viendo los productos de una de estas tiendas reconocimos un chocolate húngaro de excelente calidad, la responsable de la tienda dijo que era belga, por si estábamos confundido vimos las etiquetas y figuraba elaborado en Budapest, sin mayor problema la señorita dijo que «nos lo han vendido como belga». Por supuesto duró 4 meses abierta.

Hace poco tiempo vimos una tienda gourmet recién abierta, estuvimos viendo los productos, los precios, para darnos una idea y si era recomendable incluirla en nuestra Guía. Unos precios excesivos, una ginebra que cuesta en torno a los 24 euros en grandes superficies, establecimientos de alimentación, ellos la tenían a 36 euros (misma marca, misma cantidad, todo igual). Les advertimos de su posible error (entendemos que es un error), nos dijeron que lo iban a mirar. Pasado más de un mes hemos vuelto y la botella de ginebra sigue con sus 36 euros de PVP.

Y ya por último el que dice «aquí mando yo», pues se queda en «aquí sólo como yo», porque vamos a ver. A todos nos gusta, por lo menos a la mayoría, ver la oferta y precios en los establecimientos, mediante una carta, avisos, carteles o dípticos o trípticos, pero escrito. Hay un establecimiento cerca de nuestras oficinas que lleva abierto en torno a los 3 meses. Solamente tiene un cartel de «comida española», nada más. Ofrecen desayunos ¿qué tal una cartita de desayunos? Dan menú del día ¿Qué tal una pizarra o folio o cartel con el menú del día? Está abierto hasta las 23 horas, darán raciones, pensamos nosotros, ¿Qué tal una carta de raciones y de bebidas y de cafés y de …? Porque dirán que ellos te lo dicen, pero no vas a ir todos los días a preguntar por el menú del día.

Luego dicen: pues es que la gente no quiere gastarse nada, pasan de largo, pero ¿has visto que el de al lado está lleno?, por algo será.

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