Can Net, la masia de Mosqueroles

Ficha

Masia restaurante Can Net

Plaza San Martín - Mosqueroles Barcelona

Teléfono: 93.847.51.50 y 93.847.53.58

Tipo de cocina: regional catalana

Plato recomendado: caracoles y pies de cerdo

Recomendación: Reservar siempre

Precio medio: 20 euros

3,7 (sobre 5,0)

Nos encantan los establecimientos con historia. La verdad es que desconocemos el origen de esta masía pero nos lo imaginamos y revivimos la vida en la misma, dedicada a los trabajos del campo y la ganadería. Al día de hoy, totalmente transformada es un restaurante de muy alta calidad, de un servicio eficaz y profesional y unos platos excelentes y todo ello a un precio muy razonable, siempre lo encontraréis con mucha clientela a pesar de tener una cabida, solamente en el salón principal, en torno a los 200 comensales, aunque no se percibe ruido ni agobio.

Desde hace algunos años, al menos dos veces al año vamos a comer a esta masia, pues vivimos un poco alejados de su ubicación, al pie del Montseny, pero disfrutamos muchísimo y siempre reservamos, por dos razones: En principio para confirmar que estará abierto el día que deseamos ir y para tener la seguridad de que habrá una mesa reservada para nosotros. Siempre recomendamos reservar y mucho más anular la reserva si no podéis ir a cumplimentarla, dejáis a un profesional sin trabajo y a un cliente sin poder disfrutar de la mesa. Y sobre todo por educación y respeto a los demás. Pero veamos algunos de los platos de los que hemos disfrutado.

Es un restaurante ideal para familias, hay platos regionales, clásicos, aunque veremos más adelante uno que nos sirvieron que pretendía hacer una fusión tierra-mar pero no muy conseguida, aunque todo lo del plato estaba excelente. Un plato con pan tostado y tomates y ajos recién cortados del huerto, en piezas, para que cada comensal lo prepare a su gusto. Compartimos los caracoles a la llauna, ¡¡¡Buenísimos!!! En su punto de preparación, salían perfectamente (en algunos casos están secos y no se pueden sacar), con tres salsas (ali oli, romesco y de la casa).

Una crema de verduras acompañada de hortalizas deshidratadas (cebolla, berenjena, zanahoria,…) de muy buena presencia y un sabor excelente según el peticionario de la misma. Una ensalada compuesta de escalivada, zanahoria rallada, lechuga y dos crujientes de verdura en masa filo. Muy completa y con productos muy frescos y de primera clase.

Pasamos a los segundos platos, donde hubo variedad en los mismos, como es natural. Hemos indicado que es cocina regional catalana, recetas clásicas aunque con alguna evolución de la que daremos cuenta. Un plato de surtido de butifarras, de tres tipos, servidas con patatas fritas y que es un plato generoso y casi casi nos atrevemos a decir para compartir. Un buen plato de pies de cerdo guisados, muy jugosos, para disfrutar con ellos y la salsa ¡Por favor, un poco más de pan!. Muy bien elaborados.

Otros pies de cerdo deshuesados (la gelatina de los pies une todo y se presenta como si fuera un filete grueso), cómodo y riquísimo de comer, pero viene acompañado. Aquí es donde decimos que ha evolucionado, pues han querido presentar un plato tierra-mar, pero a mi entender, son dos platos en uno, sin nada en común. Lo describimos. El referido filete grueso de carne de pies de cerdo sin hueso, coronado con dos chipirones y con una guarnición de gambas cocidas. Solución: Comerse los chipirones, comerse las gambas cocidas y posteriormente dar cuenta de los pies de cerdo. Todo muy rico, pero el mar por un lado y la tierra por el otro.

Otros dos platos de otoño, pues son platos elaborados con salsas como corresponde a esta temporada. Indicar el día que estuvimos estaba lloviendo, pero el restaurante estaba completamente lleno, además de algún evento que se estaba celebrando en otros edificios anexos. Una ternera muy bien elaborada y una salsa que animaba a utilizar el pan que quedaba. Un pato con setas, época de caza, consistente, de potente sabor y contundente en cantidad. ¡¡¡Qué bien se come, platos de toda la vida!!!.

Llegan los postres. Al menos los que nosotros hemos tomado todos eran caseros. La crema catalana la hemos tomado en dos versiones, la primera clásica, sola, con azúcar quemada por encima y la otra forma fué en una lasaña de piña con crema catalana, de excelente conjunción y sabor. Una tarta de queso un poco original con mermelada, no fué el mejor postre. Una excelente relación calidad/precio.

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