Celebrando el Año Nuevo Chino en Kököchin (Madrid)
Una vez pasado el año nuevo gregoriano y pasados unos días para reponerse de la resaca de las fiestas ha comenzado el Año Nuevo Chino, este año dedicado al tigre. En principio íbamos con idea de tomar el menú que han diseñado para la ocasión y que podéis consultar en este enlace, pero nos parecía demasiado abundante, además siempre nos gusta compartir los platos, así que hemos pasado a la carta pero … También ha sido abundante pues las raciones son amplias y ha sido demasiado, todo muy rico y bien elaborado, es alta cocina asiática. Hemos disfrutado mucho.
Ubicado en una zona donde la gastronomía ha encontrado su lugar pues son locales muy amplios, normalmente muy luminosos y con terraza. En Kököchin tiene capacidad para 100 personas guardando las distancias actuales, sin incluir la terraza abierta que están reformando y que dispondrá de mantitas para los más frioleros.
Nos encanta la buena atención, que te sientas bienvenido y en este caso se cumple. Te acompañan a la mesa, te traen las cartas, un aperitivo y preguntan si se desea tomar alguna bebida. Es un local elegante, bien vestido, sin ruidos por su distribución y la abundancia de plantas, es decir, el preámbulo de una buena jornada.
Vayamos a los platos. Como hemos dicho hemos intentado buscar de los distintos apartados de la misma, hay 105 platos diferentes ¿Será suficiente la variedad? Hay un apartado de la carta – Dimsum – que recoge rollitos, jiaozis – los japoneses las denominan gyozas- , baos, wantum, … De este apartado hemos elegido El surtido del chef compuesto de 4 especialidades diferentes, dos unidades de cada una. Pero se pueden solicitar de una especialidad (hay unas de 3 unidades y otras de 6 unidades). Muy buenas, elegantes, sabrosas y de calidad. Muy recomendables.
Siempre nos gusta acompañar los platos con algún arroz, diferente del blanco. Para esta ocasión hemos elegido el Arroz frito al estilo cantonés, un arroz salteado con verduras muy picadas. Parecía más atractivo el Arroz frito de la casa pero es picante. Muy rico y como siempre ración abundante.
Pues sí, hubo otro plato más de los que podamos llamar «entrantes»: Tallarines fritos a la sanghainesa salteados con bokchoi y zanahoria, con tiras de carne de cerdo en salsa de soja. Una excelente elaboración y sabor excelente. Un plato que hemos visto por algunas otras mesas. Una generosa ración ideal para compartir.
Y pasamos a uno de los platos estrella, al menos para nosotros, de la cocina china, el pato laqueado, pero con su preparación final ante los comensales. En primer lugar llegan las verduras, los crêpes, la salsa y en este caso medio pato laqueado a la pequinesa (ideal para dos comensales, se puede pedir un pato entero).
Seguidamente un especialista realiza el loncheado, transmitiendo seguridad y muy hábil procede a «marcar» el pato y sin cortar definitivamente procede al corte de distintas tiras que va depositando en la bandeja. Obtiene una elegante presentación pues en la parte superior está la parte dorada. Mientras tanto los comensales celebrando la elección del plato que han elegido.
El aspecto de la fotografía superior es lo que llega a la mesa de los comensales. Para cada uno se obtienen al menos cuatro crepes. Se procede a extender cada uno en el plato, se extiende un poco de salsa (compuesta de soja, miel, jengibre rallado, vino de arroz, salsa hoisin,…), y se completa con el pato y la verdura. ¡¡¡Qué maravilla, calidad extraordinaria, sabor inigualable!!! Una joya de plato.
El pato queda con muchas partes aprovechables pegadas a los huesos pero no utilizables para tomar en crepe por su tamaño reducido. Por ello, mientras se toman los crêpes nos ofrecen – y se debe aceptar la oferta – utilizar esta carne de dos formas diferentes: Caldo de pato con fideos y tomate o salteada con salsa propia de pato pekín. Hemos elegido la segunda, es el plato de la fotografía superior. Verduras y pato al wok riquísimo. Dos platos en uno.
En la carta hay más de una decena de postres (helados, sorbetes, tiramisú, … y Tartaleta casera (4 pzs. pasteles horneados a base de calabaza). Recién preparados al horno y rellenos de calabaza previamente horneada. Siempre valoramos el dulce, en este caso en su punto correcto. Un buen café pone punto final a esta deliciosa comida que ha sido armonizada con vino blanco de Rueda si bien en su carta tienen vinos de excelentes referencias, siempre superando los 89 puntos y en algunos casos de joyas con 96 puntos. A una comida sobresaliente, unos vinos sobresalientes, como corresponde.
Seguro que desde el principio os estáis preguntando de dónde viene el nombre del restaurante. Kököchin. Fué una princesa mongola de la dinastía Yuan en China del siglo XIII que tuvo que hacer un viaje por la ruta de la seda, acompañada de Marco Polo para reunirse con su prometido el kan del Ilkanato de Persia Arghun. En este caso es un viaje gastronómico con 105 platos donde elegir.
Desconocemos si la princesa volvió a su tierra, pensamos que no. Quienes sí pensamos que volveremos seremos nosotros pues como es de suponer hay muchos platos que nos hemos dejado sin probar pero se nos han quedado en la memoria. Entre otros:
Samosas de rabo de toro, Berenjena tamkao, chopsuey de gambas con salsa hoisin, bogavante y vieiras Marco Polo, Cordero de Mongolia, … Creo que habrá que volver más de una vez porque cuando la terraza esté disponible será ideal para tomar un cóctel, cerveza, destilado, … pues la oferta es amplia y con precios competitivos.
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