Clube Praia da Oura (Albufeira-PT)

Escrito por: Maximo 1 julio 2012 2 minutos

Comida un poco informal pero que en ocasiones apetece, pues se encuentra en la playa y es preferible continuar de una forma desenfadada la jornada. Sobre todo si se toma en un sitio de total garantía y con un servicio muy profesional.

Es el nombre del complejo donde se encuentran varias opciones donde satisfacer nuestras necesidades alimenticias, bien sea en plan ligero, bien en elegantes restaurantes o bien en una terraza al borde de la piscina, todo ello muy bien atendido, con unos precios muy correctos y en un espacio, acogedor y tranquilo.

El complejo ocupa un extenso espacio, llegando desde la carretera general hasta prácticamente la playa. Decimos prácticamente porque está en un acantilado, no de mucha altura, pero con acceso a la playa recorriendo cien metros, por un camino correctamente preparado, con madera y barandillas en los lugares necesarios para cualquier tipo de persona, pues dispone de escaleras y rampa.

Se encuentra en la preciosa playa de Oura, en Albufeira, otra de las encantadoras (y bellas) playas del Algarve. Con rocas que sobresalen más del agua dependiendo de la marea, donde podemos pasar un día encantador, pues está muy cerca del hotel, por lo que en cualquier momento podemos regresar al mismo.

Nosotros hemos utilizado la terraza al borde de la piscina, un poco alejada de la misma para evitar el posible bullicio que pudiera haber, pero no ha sucedido.

La carta es para «todos los públicos», es decir, vamos a encontrar el bocado que nos apetece. Podemos comenzar por unos aperitivos hay una oferta de media docena, los sirven de uno en uno o cuatro variados. Bocadillos, hamburguesas, tortillas, ensaladas, perritos. Nosotros nos hemos decantado por la oferta mexicana, unas fajitas de pollo, muy conseguidas y con un picante correcto. Previamente habíamos pedido unos aperitivos (el surtido de cuatro, boquerones en vinagre, gambas al ajillo, bacalao y queso), así como una ensalada.

De postre dos cafés expresso, que como siempre en Portugal, resultaron exquisitos, concentrados, con toda su crema y a un precio más que correcto : 1 sólo euro (sentado, en un jardín, al borde del mar, servicio atento,…).

El costo total de todo ello, con dos botellas de agua mineral, han sido 27,80 euros. Nos ha parecido que por la calidad, el servicio y la cantidad tiene una relación calidad/precio muy alta.

Por la noche hay carta en el restaurante, donde podréis degustar las especialidades de la región o portuguesas. Cataplana de pescado, arroz de tamboril con almejas, carne, pescado a la plancha, la carta es amplia y hay menús especiales para niños.

Después de la comida, un paseo por los preciosos jardines de que dispone el complejo os dejarán un perfecto sabor de boca y si tenéis vistas al mar, ¡una delicia!.