Comida callejera en Croacia y Eslovenia

En todos los países, con más o menos nivel, con más o menos riqueza, con más o menos variedad gastronómica existen una serie de platos o productos que son muy típicos de comer en la calle, bien porque son días de fiesta (Navidades,…) bien porque son las fiestas de la localidad o porque se celebra algún evento. O simplemente porque así es el día a día. Hemos visto en Berlín una persona que vendía salchichas llevando una especie de barril alrededor donde calentaba las salchichas y llevaba todos los productos.

En nuestro caso particular recordamos de siempre los pinchos morunos en las fiestas patronales, las rosquillas y buñuelos y sobre todo las berenjenas de Almagro, una delicia cuyo consumo particular hemos recuperado hace poco tiempo. Y que decir de la proliferación de Food truck presentes en cualquier evento sea del tipo que sea. Pero no queríamos hablar de otros paises, sino de dos de la antigua ex-Yugoslavia: Croacia y Eslovenia, donde hemos estado recientemente.

En Croacia, cerca de Zagreb, en la ciudad de Varazdin, se celebraban unas fiestas en las que había numerosos conciertos las calles muy transitadas y algunas personas con traje típicos. Nos ha llamado la atención un puesto en el que se preparaba la comida al momento. Unas hamburguesas enormes, muy finas, que se comían en un pan igual de grande, acompañado de diversas salsas a elegir. O las numerosas salchichas o productos similares a la panceta. Una gran afluencia de público degustando dichos productos.

Por supuesto había también crépes, caramelos, pastelitos, es decir, una variedad tanto para mayores como pequeños, que disfrutaban paseando a la vez que degustando estos productos ciertamente atractivos. Hacemos notar que la limpieza es una premisa, en general, siempre hay excepciones, todos los papeles por pequeños que sean, latas, botellas o cualquier otro desecho se deposita en la papelera. Más que educación (que lo es) para nosotros es respeto a los demás.

Aproximadamente 150 kilómetros al Oeste, ya en Eslovenia, nos encontramos con la capital, Ljubljana donde entre otras cosas nos ha llamado la atención una plaza donde hacen un homenaje a la lluvia, llueve durante las 24 horas del día todos los días del año, representa el homenaje del país entero a la lluvia que hace que los campos sean fértiles y no haya ningún problema de agua. Es muy agradable mojarse bajo esta lluvia. Una bella y agradable ciudad.

Junto al río (nos encantan los ríos, todo lo que lleve agua, es riqueza, es belleza, es salud, es… una maravilla), a un lado un mercado de productos agrícolas, de pequeños productores, que traen lo que han recolectado en el día. Nos ha sorprendido que a finales del mes de Agosto, debido a la humedad, había a la venta infinidad de setas (senderuelas, boletus,…) todas ellas recogidas en el campo. ¡¡¡Una maravilla!!!.

Y en la otra parte del río, un amplio espacio ocupado por un puesto de comidas preparadas, unas en el momento (ver el puchero de verduras frescas preparadas en la fotografía superior), así como las hamburguesas similares a las que nos referíamos al principio, salchichas y otros productos ya preparados (judias guisadas, carne,…). ¡¡¡Un festín!!!.

Nos alegran mucho estas preparaciones tan naturales, tan cerca del consumidor, pues son artesanales y la mayoría con recetas que llevan mucho tiempo en uso y que se conservan por tradición. Nos despedimos con esta bella fotografía del río, navegable pero sin barcos con motor, solamente con remos. ¡¡¡Una maravilla de ciudad, bonita y elegante!!!.

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