Desayuno del Hotel Château Laurier (Québec-Canadá)

En un hotel apreciamos su ubicación (que esté cerca de las zonas a visitar y céntrico), que disponga de todos los servicios que nos faciliten la estancia (minibar, Wi-fi – muy importante al día de hoy -, salones cómodos, habitaciones confortables, buena atención, … pero casi seguro que uno de los mejores recuerdos que vamos a tener es el desayuno.

En este caso se puede decir que cumple ampliamente todas las expectativas que se puedan tener para realizar la primera comida del día (debemos ser sinceros pero el café no era de nuestro gusto, como en general en la parte de Canadá que hemos visitado). Como íbamos diciendo este desayuno nos prepara para comenzar las visitas que nos hayamos programado en nuestra función de turista.

Por supuesto que cuando se está de vacaciones y en un buffet de calidad, se disfruta de más platos que se haría en casa (la comodidad, la presentación, las prisas para ir al trabajo, …), lo que incita a hacer un desayuno más completo. Siempre recomendamos (quizás porque a nosotros nos agobia mucha comida en el plato) que se coja un poco de cada producto que vayamos a tomar, no nos van a decir nada porque nos levantemos varias veces a servirnos, pero es de mala educación dejar los platos con comida.

Pero pasemos a los hechos. Un buffet en el que encontramos un amplio surtido de quesos (mínimo 5 tipos) que se iban reponiendo con frecuencia, paté de dos tipos (cerdo y ave), así como distintos tipos de fiambre. Por otro lado fruta ya preparada y troceada (facilita no tener que tomar una manzana entera, por ejemplo). Los zumos de al menos tres variedades pero presentados en el propio brik (pensamos que hubiera quedado mejor en un dispensador como existe en casi todos los buffets).

En la parte de bollería diversas piezas en formato mini, además de una jarra de jarabe de arce, para acompañar si se desea. Es un producto nacional que se encuentra por doquier. Diversos tipos de pan que se pueden tomar al natural o bien tostados, pues están disponibles las tostadoras. Café tipo americano y varios tipos de leche completan la sección llamémosle clásica.

Por supuesto hay los platos calientes. Como ejemplo diremos que uno de los días había lentejas, tal cual, como las que se toman a mediodía. Huevos revueltos (no recordamos haber visto huevos fritos o a la plancha en ningún buffet de los que hemos estado), bacon, salchichas y una mortadela, no muy grande, a la plancha.

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