Entre Ruas (Santiago de Compostela – C)
A veces buscamos un establecimiento donde comer porque estamos de turismo, no turismo gastronómico que es diferente, sino para calmar el apetito, estar cómodo y disfrutar de unos platos no exclusivos, pero sí correctos, con una buena relación calidad/precio y donde vayan «los vecinos de la zona», aunque inevitablemente también vamos a encontrar turistas. Lo decimos así no porque nos molesten, sino porque cuando es demasiado turístico no nos gusta.
En este caso hemos visto muchas personas todavía con el «equipo» de peregrinos (bastón, pantalón corto, botas, macuto,…) pues está situado entre dos calles principales (peatonales) que conducen a la catedral, esta magnífica joya de los siglos XII y XIII que sigue siendo un destino de peregrinos cada vez más numeroso. No incluímos ninguna fotografía de la misma porque actualmente está en obras y prácticamente cubierta de andamios.
Pero vayamos a los platos. Hemos preguntado a un vecino de la zona, nos ha indicado este restaurante-casa de comidas con un menú del día (el 90% de los comensales es lo que ha tomado) y una carta que es prácticamente el menú pero con algún plato nuevo. El menú del día tiene un costo de 11,50 euros, incluyendo bebida y postre. Los primeros son ocho platos diferentes y los segundos quince, media docena de postres y prácticamente todas las opciones en bebida (botella de vino de la casa, copas de Rioja, Ribera, cerveza, sidra, refresco, agua,…).
Eramos cuatro comensales, tres pedimos el menú y otro pidió de la carta. En un caso concreto con los chipirones fritos (de segundo y de carta), los mismos, quizás el de menú traía ocho y el de carta 10, pero iguales. Si vais a compartir, podéis pedir de carta, pero si es para comer o cenar (el menú es el mismo), fijo que el menú, además la comanda va mucho más rápida.
Un pulpo muy correcto, los chipirones muy ricos y frescos, la ensaladilla rusa (qué plato más completo de nuestra gastronomía), bacalao, espaguetis en varias terminaciones, es decir, en quince platos hay cabida para todos los gustos. Las zamburiñas de la carta no son de las mejores que hemos tomado.
Los postres pues los que corresponden a un menú de 11,50 euros, caseros pero el flan o las natillas «eran un poco flojos». El servicio muy efectivo, y el ambiente agradable, pues es una especie de patio pero abierto por dos lados, no totalmente, sino una especie de pasadizo que comunica las dos calles que hemos mencionado al principio. Si estáis de turismo, no queréis perder mucho tiempo en la comida y queréis comer correctamente, es un lugar muy recomendable.
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un comentario
Yo he ido haciendo el camino de Santiago y es uno de mis restaurantes preferidos, principalmente por la relación calidad/precio y buenos platos.