Fabada Asturiana
Ingredientes para 6 personas
- 1 kg. de judías blancas
- 1/4 de lacón no muy curado
- 150 g. de tocino de jamón
- 2 morcillas asturianas de buen tamaño
- 3 chorizos
- 2 cucharadas de aceite de oliva crudo
- 2 hojas de laurel
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharadita pequeña de pimentón
Elaboración
Nos atrevemos a decir que es una de las 10 recetas más conocidas de nuestro país, junto con la paella valenciana o el cocido madrileño. Es un plato calórico y originario de Asturias, aunque gracias a su rico sabor y popularidad, se ha hecho propio de toda la Península. Un plato muy calórico con morcilla, chorizo, lacón y jamón que termina hartando a los comensales. De ahí que produzca fartura, en asturiano.
Lo primero es poner 12 horas a remojar las judías si son del año; si son viejas es mejor tenerlas 24 horas cambiándoles el agua varias veces. Añadiremos además el lacón en caso de ser salado.
Poner a hervir las judías cubiertas de agua fría (los garbanzos es la única legumbre que se pone con agua caliente). Cuando comienza el hervor, tirar el agua y volver a poner de nuevo agua fría que las cubra. Esto es lo de asustar las judías. Añadir el laurel, la cebolla muy finamente picada y el ajo también muy picado, el pimentón y el aceite.
Cuando rompen a hervir de nuevo, añadir el tocino y el lacón. Dejar cocer a fuego lento pero por igual por todo el recipiente. Añadir suavemente agua fría según lo necesiten. Las judías deben estar siempre cubiertas para que la piel no se desprenda. Cuando lleven una hora cociendo, se añaden el chorizo y morcilla previamente pinchados. Continuar la cocción lentamente hasta que estén tiernas. Es muy difícil estimar un tiempo de cocción pero en cazuela tradicional pueden alcanzar las 3 horas.
Debe quedar el caldo espeso, las judías enteras pero con la piel muy fina. Antes de añadir la sal, deben probarse, pues generalmente con la que suelta el embutido y el lacón es suficiente. En caso de que la precisen, ponerla cuando ya están completamente cocidas. Dejar cocer muy despacio un poco más y servir muy calientes. De un día para otro están fabulosas y si el día acompaña (llueve y hace frío) no habrá nada mejor.
¡Feliz cocina!