La Fiesta de la lamprea traspasa las fronteras y llega a Lisboa

El Consejo de Arbo con su alcalde a la cabeza se ha trasladado a Lisboa para dar a conocer la próxima edición de esta fiesta que celebra el número 59. Una Fiesta Gastronómica dedicada a este pez prehistórico que recorre el Miño anualmente en su proceso de reproducción. La presentación tuvo lugar en el Centro Gallego de Lisboa.

Una fiesta que ya ha sido declarada de Interés Turístico Nacional, pero de cara al próximo aniversario, el deseo del Consejo de Arbo es que sea reconocida también en el terreno internacional. Para lograr dicho mérito es necesario cruzar las fronteras españolas y por eso esta edición fue presentada el pasado viernes en el Centro Gallego de Lisboa para socios, autoridades y medios de comunicación de la zona. El acto fue presidido por el alcalde, don Horacio Gil Expósito, que relató las bondades de su tierra y en especial de esta fiesta que moviliza a toda la localidad durante semanas con las actividades generadas en torno a ella, y que además tiene ‘bis’ en agosto con la celebración de otro homenaje a la lamprea seca.

Y es que sin duda Arbo y su Fiesta de la Lamprea merecen ese título, tanto por lo especial del homenajeado pez -el vertebrado más antiguo del que aún hay ejemplares- como del lugar en el que se realiza y sus gentes, dedicadas y enamoradas de este animal que forma parte junto con el vino de su escudo y su bandera. Con ambos precisamente -lamprea preparada de varias maneras según las recetas tradicionales y una selección de vinos de las bodegas de Arbo, con D.O. Rías Baixas- acabó este evento en el país vecino en el que Horacio Gil emplazó a los portugueses a reencontrarse en menos de un mes al otro lado del Miño.

Una visita que sin duda merece la pena por lo curioso de este municipio que cuenta con el único museo dedicado a la lamprea -y al vino-, el Arabo; cinco rutas de senderismo, carreras y otras actividades populares y varias fiestas a lo largo del año dedicadas a ella, aunque ésta, que se celebra siempre el último fin de semana de abril -del 26 al 28 en esta ocasión-, con la veda de pesca abierta, es la más importante.

El mérito es de sus gentes, sus casi 4.000 habitantes que se vuelcan en estos festejos y protegen -haciendo pesca sostenible a través de las ‘pesqueiras’- a este animal tan peculiar para que no deje de elegir el Miño para ir a desovar. En lo gastronómico, las recetas perduran y se heredan generación tras generación para no perder algunas tan tradicionales como la Lamprea a la arbense, en empanada, frita y rebozada, a la brasa, o en guiso de fideos y tirabeques. Un alimento único que pese a lo curioso de su apodo, ‘vampiro marino’, tiene muchos seguidores que acuden edición tras edición a disfrutar de este homenaje culinario.

Quizá sean las viñas, o los arbenses, o los recovecos del Miño a su paso por esta localidad lo que hace que la lamprea vuelva una y otra vez a sus aguas… pero está claro que quienes prácticamente duplicarán la población de Arbo en unas semanas, lo harán por la lamprea.

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