Gradska Kavana Arsenal (Dubrovnik-HR)
Como su nombre indica, jejeje, es la cafetería de la ciudad, pero no solamente eso, es un establecimiento emblemático por su situación (en pleno centro, al lado del puerto), por su ambiente (agradable, elegante,…) cómodo con amplios espacios, tranquilo y sobre todo muy fresquito cuando en la ciudad se superan los 30 grados. Sin olvidar las excelentes vistas que se divisan desde el mismo, prácticamente desde cualquier mesa del restaurante, por la orientación de las mismas y por estar elevadas sobre el nivel de la calle. Un oasis en esta turística ciudad.
La oferta gastronómica de la ciudad, como la del pais en general, es de cocina mediterránea, con una alta influencia italiana pues son corrientes las pastas, pizzas y risottos, aunque en este caso tenemos una carta selecta, donde vamos a encontrar unos platos que seguro satisfacen a todos los comensales. Todo ello con un servicio exquisito y unos precios con una excelente relación calidad/precio, pues otra de las ventajas es que se puede consumir desde un café hasta el menú más completo. Pero nada mejor que contar nuestra experiencia porque como siempre se dice, una imagen vale más que mil palabras.
Cuatro comensales, último día en Croacia antes del regreso a España. Dubrovnik una ciudad muy turística, por lo que recomendamos este establecimiento pues vamos a encontrarnos cómodos, bien tratados, un excelente servicio y unos platos sin extravagancias ni ingredientes irreconocibles. Croacia tiene mucha costa y muchas islas, en ellas se producen mejillones y ostras, en bateas, diferentes a las españolas de Galicia y Levante, pero con el mismo objetivo. Por ello nos hemos decantado como primer plato para compartir unos mejillones al estilo dálmata, con una salsa de tomates, ajo y vino. Mejillones no muy grandes pero de buena calidad y sabor.
Otro plato para compartir ha sido una ensalada caprese elaborada con productos de primera calidad. La mozarella excelente y presentados de una forma elegante. Cuidando los detalles, muy de agradecer en los establecimientos situados en ciudades y espacios muy turísticos.
Llegamos a los segundos platos, hemos esperado al menos veinte minutos desde que hemos terminado los platos anteriores, pero es norma en toda Croacia, pasa mucho tiempo entre la terminación del primero y la llegada del segundo, también tarda la llegada del primer plato. Es necesario ir con tiempo suficiente. Uno de los segundos platos ha sido de pasta, el linguine a la trufa blanca con champiñones, pasta muy bien elaborada y «al dente». Un buen plato.
Otro plato ha sido de arroz, un rissoto a la marinera, con una presencia similar a la paella, pues tenía un color anaranjado por el caldo de los pescados que incluían, todos ellos limpios excepto los mejillones. Elaborado con langostinos, calamares, los referidos mejillones y algún otro pescado que se percibía en el sabor del arroz. Muy conseguido y válido para los que tengan «mono de paella», es lo más parecido, salvando las distancias. Un plato muy recomendable.
Pasamos a las carnes. Los otros dos segundos platos han sido «carnívoros». Un excelente solomillo de buey preparado con salsa semiglaseada, con una guarnición de brócoli con almendras y queso parmesano. Decimos excelente porque tanto el punto de la carne, como la textura de la misma eran de superior calidad y elaboración. Muy bien tratado.
Terminamos con el cuarto comensal y su pato confitado. Un sabor extraordinario, muy bien elaborado, con el tiempo suficiente para que el mismo obtuviera su punto correcto. Muy bien presentado (insistimos, es una ciudad y un lugar para turistas, pero la comida reúne todas las características de calidad). Las dos piezas del pato (muslo y contramuslo) se presentan sobre una cama de puré de patata casero, guisantes y tomate. Muy completo y delicioso.
Todos los comensales hemos quedado satisfechos de la elección, pues al ser nuestro último día en Cracia no queríamos irnos con mal sabor de boca. Recomendamos el mismo, en vacaciones hay que ir a lo seguro, te pueden amargar un viaje. Además en este establecimiento se puede tomar desde una hamburguesa hasta los platos más elaborados, siempre con el mismo ambiente y la misma calidad. Hay que ir a lo seguro cuando no se conocen los lugares o establecimientos. Y muy importante en la vida del turista: Los baños (aquí se denominan toilets, como en francés pero un poco adaptados), son excelentes y limpios.
En la ficha que figura al principio hemos reflejado precios de 70kn (10€) a 180kn (25€), pues como hemos dicho anteriormente el costo, como siempre, depende del consumo. Un euro equivale a 7,4 kunas croatas. Es bueno hacerse a la idea antes del viaje para no llevarse sorpresas posteriores. Dubrovnik es muy turística, tiene unos precios que en algunos casos cuadruplican al resto del país (una jarra de cerveza de medio litro en Zagreb, la capital, tiene un costo de 16 kunas, en Dubrovnik 44 kunas).
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