Una herencia diferente – Champagne Perrier-Jouët Bi-Centenaire
El reloj de oro del abuelo, la medalla de la bisabuela, el libro manuscrito de un escrito famoso, ahora también una botella de champagne. “Perrier-Jouët Bi-Centenaire” lo hace posible. El champagne elegido para representar el espíritu de tradición, belleza y valioso legado que encarna la firma Perrier-Jouët, no podía ser otro que la excepcional añada 1998 de su cuvée de prestige Belle Époque, la joya de la casa, que ha sido minuciosamente seleccionada por el chef de cave, Hervé Deschamps, por su gran estructura y potente acidez, garantizando un largo potencial de guarda.
Además, los dos magnums se presentan arropados por dos esculturas idénticas que llevan la firma del norteamericano Daniel Arshman. El resultado, una obra poética, elegante y futurista que deja ver destellos de las botellas a través de su original arquitectura y que representa a la perfección la belleza imperturbable por el paso del tiempo.
Al adquirir “Perrier-Jouët Bi-Centenaire” el propietario tendrá la posibilidad de conservar una de las botellas, por un máximo de 100 años, en les caves du Bi-Centenaire, una exclusiva bodega de diseño escondida en el corazón de Épernay y dotada de las condiciones idóneas de temperatura, luz y humedad para la perfecta conservación y evolución del champagne.
El pack, que incluye además un diario personal que el destinatario de la herencia recibirá junto a la botella, se presenta en una edición limitada de 100 unidades y puede adquirirse por 10.000 euros en la boutique de Perrier-Jouët, ubicada en la Avenue de Champagne en Épernay.
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