Judias con oreja

Judias con oreja

Escrito por: Javier   @javivicente    20 febrero 2015    2 minutos

Ingredientes

  • 1 cebolla
  • 2 zanahorias
  • 1 hoja de laurel
  • 2 dientes de ajo
  • 500 g. de judiones de La Granja
  • 2 orejas de cerdo
  • 1 chorizo asturiano
  • 1 trozo de panceta
  • 1 morcilla asturiana
  • Pimentón
  • Agua
  • Sal

Elaboración

Los judiones de La Granja es una variedad de alubias considerablemente más grandes que las otras variedades. Se cultivan en La Granja de San Ildefonso, en plena Sierra de Guadarrama y es un plato tradicional entre sus restaurantes, por ejemplo El Parador. La peculiaridad es que, con una cocción adecuada, mantiene toda su estructura intacta, sin deshacerse, lo que permite que el plato luzca mucho más. Cada alubia suele pesar algo más de 2 gramos.

Antes de preparar el plato debemos dejar las judías en remojo durante unas 12-14 horas. Lo ideal es dejarlo en un bol con agua hasta que estén cubiertas durante la noche anterior.

Comenzamos picando la cebolla en trozos no muy pequeños porque luego se deshará igualmente. Si no se quiere encontrar restos de cebolla, podemos dejarla entera y pelada. La zanahoria se pela y se deja entera o como mucho partida por la mitad. Luego también puede retirarse.

La oreja de cerdo hay que limpiarla muy bien, quemando los posibles pelos que queden con un soplete de cocina o mechero y la partimos en trozos más o menos grandes; de una oreja podemos sacar 3-5 trozos.

Se ponen todos los ingredientes a cocer desde agua fría excepto la morcilla y cuando comience a hervir, se tira el agua y se pone agua nueva (no es necesario que queden secas, simplemente es para que se enfríen ligeramente). A este método se le denomina asustarlas.

Ahora deben cocer a fuego bajo durante 3 horas aproximadamente aunque unos 15 minutos antes debemos meter la morcilla, para que no se desahaga.

Antes de servir sacaremos las zanahorias, oreja, chorizo, morcilla y panceta y los partiremos en trozos más pequeños, para que sean adecuados de meterse en la boca sin necesidad de cortarlos.

Servir bien calientes y a disfrutar.

¡Feliz cocina!

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