LA GATERA – RESTAURANTE Y POSADA RURAL (PEDRO BERNARDO-AV)
Un lugar de ensueño, donde el buen gusto y el bien hacer rebosa por los cuatro costados.
La posada rural se compone de 4 habitaciones, cada una decorada diferente pero con muy buen gusto en todos los detalles, bien trabajado, bien terminado y estupendamente mantenido.
El entorno espectacular del Valle del Tiétar, en el pueblo de Pedro Bernardo, rodeado de la Sierra de Gredos. Cerrar los ojos e imaginar el paisaje.
La casa rural por supuesto tiene restaurante, que es al que principalmente nos vamos a referir, ya que es una guía gastronómica.
En primer lugar, los propietarios, Enrique y Macu, aunque solamente vayas a comer, están dispuestos a enseñarte las habitaciones, pues están orgullosos del resultado obtenido. Aunque vayáis a comer, seguro que tendréis ganas de hospedaros en la misma.
El comedor es espectacular. Hay un caño con pilón en el mismo, con agua corriente, que produce una sensación de relax extraordinaria.
Igualmente dispone de chimenea, que si es necesario está encendida, incrementando la sensación de confort que se experimenta en el mismo.
La decoración es preciosa, sin faltar el mínimo detalle, disponiendo en el suelo de un cristal que permite ver la cueva existente debajo, así como una piedra de molino que existe a la entrada del local.
En la mesa ya se superan todas las expectativas. Dejaros recomendar, pero seguro que todo lo que pidáis estará muy bien condimentado y sobre todo con materias primas de primera calidad.
Como entradas, entre otras, disponen de una estupenda ensalada denominada Tiétar (en la fotografía superior), que se compone de espinacas, higos, piñones y miel, todo ello del Valle del Tiétar. Otro tipo de ensalada que podéis solicitar es la Rin Ran, compuesta de tomate, cebolla y pimiento verde, típica de la zona del Valle.
Como entrada caliente no os quedéis sin probar las estupendas croquetas, preparadas al momento, en sus dos especialidades (cocido y espinacas).
Para continuar hay un abanico de posibilidades, no muy amplio, pero si atrayente, pues dispone de horno de leña árabe para preparar alguna de las especialidades.
La especialidad de la casa es el tajine, cordero que se confecciona en dicho utensilio a fuego lento. Solamente se hace por encargo, pues necesita al menos tres horas de preparación, con el fin de lograr que esté en su punto. En la fotografía superior podís ver el que nos tomamos, para compartir, es una ración para dos personas, pero comimos cinco (acompañado de otros platos), evidentemente. Desconocemos como lo cocinan en Marruecos, por ejemplo, pero éste es soberbio.
Los guisos y estofados están preparados con el tiempo necesario, sin prisas, como se hacía antiguamente, lo que conlleva a obtener un sabor y una textura extraordinarios. En la fotografía superior podéis observar el solomillo estofado.
Otro de los platos que más nos sorprendieron, no por sencillo aparentemente menos sabroso, los pinchos morunos, recién preparados, adecuadamente especiados y en su punto.
Una opción gastronómica sorprendente, a un precio también sorprendente y una atención difícil de encontrar al día de hoy en un entorno difícil de imaginar si no se conoce.
Al final de la comida podéis disfrutar de un café de puchero, que nuevamente, os deleitará, por el buen hacer en su preparación.
O quizás os guste el famoso té moruno, que lo prepara de la forma tradicional, en los vasos típicos y que se debe servir desde lo alto. Un buen fin de fiesta.
Establecimiento extraordinariamente recomendable, pues es difícil que al día de hoy se encuentren tan perfectamente conjuntados un servicio impecable, unos precios moderados y una calidad superior. De los más encantadores que hemos visitado.
- Precio Medio: 20 euros (de verdad)
- Recomendación: Para no perdérselo. Reservar con antelación.
- Plato preferido: Ensalada Tiétar/croquetas/pinchos morunos
- Dirección:
Restaurante y Posada Rural La Gatera
c/ del Medio nº 35 (frente a la casa de Los Martínez)
05470 Pedro Bernardo (Avila)
Tel.: 626.929.750 y 920.387.223
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Un lugar para «perderse», bonito, acogedor y los dueños encantadores. El entorno qué decir, es el Valle del Tietar con Gredos al lado. Maravilloso, un fin de semana para recordar mucho tiempo.
Encantandor. No hace falta irse al Norte, el paisaje, los montes, el verde son parecidos. La posada (adecuada a nuestros tiempos), con las mayores comodidades y muy acogedora. Para repetir.
El entorno es encantador y al comida buena, pero, hay platos que se les acaban o no les quedan raciones para todos los comensales. Además nos pidieron que no hablaramos alto para no molestar a los huéspedes. No os diré que estábamos hablando bajito, pero tampoco estábamos gritando, y ya no disfrutamos de la sobremesa. Aunque el trato fué bueno y la comida (la que había) también, estos dos detalles son suficientes para que no repita y no lo recomiende. Saludos.
acabamos de estar ahi,es un sitio muy bonito,la comida excelente,los dueños son encantadores,un lugar tranquilo y relajante.cuando podamos volveremos.os recomiendo.buen precio.saludos
sinceramente expectacular; estoy de acuerdo con Marta es mejor que no vuelvan asi disfrutaremos que es lo que pretendemos los que buscamos este tipo de hostelería……, tranquilidad.
Sólo estuvimos en el restaurante con nuestros dos hijos de 2 y 8 años y nadie nos llamo la atención.Depende de la definición de TONO. Nos vemos en septiembre Macu y vete poniendo la perola en la chimenea que lo prometido es deuda.
Encontrarse con este establecimiento es como llegar al cielo. Paz, tranquilidad, buena atención y una comida soberbia, como hace mucho que no recordaba. Y un precio olvidado. Sin grandes lujos pero con todas las comodidades, sin esnobismos pero una comida contundente y sabrosa, es decir, super recomendable. Tardaremos mucho en olvidarlo.
LLegamos aquí de casualidad. Un amigo que tiene una casa en Gavilanes dijo de hacer una travesía andando por la montaña hasta Pedro Bernardo. Buscamos un restaurante y encontramos esta joya. Super amables, comimos los cuatro por 70 euros o menos, nos enseñaron la planta de arriba donde está la posada, todo con mucho cariño. Volveremos un fin de semana
Me encanta el nombre de posada. Debe ser que cuando yo era pequeño, en mi pueblo había posada. Yo era amigo del hijo del dueño y era un sitio muy grande, con mucho movimiento, sitios donde esconderse y todo eso que nos gustaba a los niños. Este sitio es muy bonito, no tiene nada que ver con lo que yo decía. Se come estupendamente y a unos precios casi casi desconocidos al día de hoy. Muchas gracias por todo.
Maravilloso, un sitio inolvidable, el Tajine exquisito, volveremos porque no se come en ningún otro sitio este plato tan rico.
Hay que conocer a Enrique y Macu, son como de la familia…incluso mejor.
Increíble posada en pleno Valle del Tiétar. La comida espectacular (las mejores croquetas que he probado en la vida), el servicio impecable. Enrique y Macu son encantadores, excelentes personas y anfitriones.
100% recomendable.
Nosotros repetiremos!