Lúbora cocina creativa para deleitarse (Madrid)
Porque quien diseña los platos son dos personas que conocen muy bien los secretos de los fogones, porque provienen de diferentes escuelas gastronómicas y se han formado en restaurantes de reconocido prestigio (El Chaflan, Pedro Larumbe, Diverxo, …), por lo que se puede disfrutar de una cocina tradicional con aires de cocina moderna y de fusión, con una carta variada basada en la materia prima de primera calidad, una elaboración y presentación de nivel, con algunos guiños ingeniosos en algunos platos como veremos más adelante.
Hemos disfrutado de esta comida dos comensales, compartiendo todos los platos (los platos de la fotografía no se corresponden con la realidad, pues son tamaño degustación), pues nos gusta dar un «paseo» más amplio en variedad y menor en cantidad, nos permite disfrutar más ampliamente del tipo de cocina. En este caso, se nota que son profesionales de la cocina, nos sirven un aperitivo caliente de caldo elaborado con fondo de pescado. ¡¡¡Un comienzo soberbio!!!.
Como dicen, una imagen vale más que mil palabras, por lo que pasamos a relatar nuestra agradable vivencia. Comenzamos por una de las tres estrellas que nos manifiestan (y así confirmamos) son las más solicitadas por los clientes y que permanecerán en carta durante mucho tiempo. En este caso es la ensaladilla rusa con mojama y ventresca. Muy bien elaborada y por supuesto, de una calidad y presentación excelentes.
Hemos hablado de platos ingeniosos. Nos llega un ceviche de gambón con sisho sobre pan crujiente de gambas. Un seductor preparado que nos permite disfrutar tanto del delicioso gambón como del resto de productos que componen el mismo (huevo, sucedaneo de caviar, …). Y la tercera estrella se trata nada más y nada menos que de las orejitas confitadas de cochinillo crujientes con chimichurri. No os lo perdáis, os encantará.
Nueva y agradable sorpresa. Un tataki de atún rojo, cous-cous al «raz-hanout» y salsiki que por su presentación y posterior degustación resultan plenamente satisfactorios, pues el atún se encuentra en su punto ideal de consumo. Muy buen producto y como siempre una cuidada elaboración.
El siguiente plato sí que se lleva el premio al ingenio (no válido para los puristas asturianos). En este caso se denomina «fabada no asturiana», que mostramos en dos tiempos. En la fotografía superior se puede ver el plato tal como lo sirven, con edamame en el fondo y dos gyozas que contienen… el compango bien picadito. La morcilla de la elaboración viene en formato mousse en el centro. Y a continuación sirven el resto del plato, en este caso las fabas convertidas en puré pero igualmente deliciosas como si estuvieran al natural, enteras. Podéis ver el plato completo en la fotografía inferior.
Pues parece que llevamos mucho, pero son platos tan deliciosos y tan atrayentes que incitan a continuar. ¿Quién se puede resistir a unos callos a la madrileña «picantitos» con mucho morro?. Pues evidentemente es muy difícil. Decir que los callos son correctos en ejecución, pero las personas que no toleren el picante es mejor abstenerse, hay otros muchos platos igual de apetecibles que se pueden solicitar obviando el problema.
Para rebajar la potencia de los callos (cualquier excusa es buena) hemos tomado un pescado, no muy común en las cartas pues es un pescado que hay que tratar con mucho mimo, se trata de la raya. En este caso se trata de raya asada al azafrán y fideos de arroz al pesto de rúcula. Un pescado exqusito, fresquísimo, en su punto, un sabor delicado que deja muy buen sabor de boca.
Sí, de verdad, ya terminamos. Pero nos quedaba rematar con un plato que es especialidad de la casa, que necesita mucho tiempo para su elaboración y que finalmente consigue un plato excepcional. Nuevamente es un plato picante (más que los callos), lleva curry rojo, aunque el sabor fuerte desaparece en poco tiempo. Se trata del canelón de cordero lechal al curry rojo y aji panda. Un plato potente de sabor para terminar con esta variada selección de platos.
Con el postre volvemos a la infancia, pues han convertido una merienda infantil en un delicioso (y elegante) postre. Así la leche con galletas de merienda se convierte en un delicado postre denominado leche con galletas, compuesto de galleta triturada, dulce de leche y helado con polvo de pistacho. Un postre muy agradable porque no es muy dulce. Un café concentrado para terminar esta deliciosa comida con platos verdaderamente muy conseguidos y que os animamos a disfrutar. Como siempre recomendamos, hacer reserva, tendréis la seguridad de encontrar mesa disponible a vuestra llegada.
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