Materia, sabores en extinción … y lo consiguen (Madrid)

Ficha

Materia restaurante

c/Juan Bravo 25 - Madrid

Teléfono: 91.546.59.96

Tipo de cocina: tradicional renovada

Plato recomendado: ensaladilla rusa, ternera a las brasas

Recomendación: Hacer reserva

Precio medio: 40€

materiarestaurante.com

5,0 (sobre 5,0)

Recuperar esos sabores que nos recuerdan a nuestras reuniones familiares cuando éramos pequeños, o más mayores cuando ya teníamos nuestros propios restaurantes o casas de comidas, porque de todo había, o quizás cuando nació nuestro primer hijo que hoy ya nos ha dado tres nietos, … y así muchos más motivos para que el sabor de una ensaladilla rusa, unos callos con su toque picantito o esa carne tan natural y de postre ese flan que solamente tenía leche, huevos y algo de azúcar (quizás la abuela ponía algo más que nunca dijo).

Es el mismo establecimiento del anterior Rooster, es el mismo Alfonso Castellanos el que está en la cocina y es igual el criterio que tienen para seleccionar a los pequeños productores, de los que se surten de lo que denominan materia, la base de toda buena cocina, una buena materia prima y una cuidada elaboración que nos traslada a percibir en la mesa lo que hemos dicho al principio: recuperar los sabores en extinción.

Hemos sido cuatro los comensales, todos con amplia experiencia gastronómica y que hemos disfrutado de una buena mesa, un excelente servicio y agradables sorpresas gastronómicas como intentaremos transmitir con este escrito. Nos encanta, cuando llegamos a un restaurante, sentir que se dan cuenta de que hemos llegado, nos atiendan, nos muestren la mesa que hemos reservado (siempre reservamos previamente), nos den las cartas y nos sirvan un aperitivo (en este caso anacardos tostados) y la bebida que solicitemos, mientras elegimos los platos, como sigue ocurriendo en el establecimiento que nos ocupa.

Un aperitivo de Foie micuit de la Granja La Llueza, un pequeño productor de la provincia de Burgos. Delicioso, lleno de sabor y servido con unas tostas de pan fino. Un gran comienzo para una gran comida. De primero hemos pedido dos platos para compartir: La clásica ensaladilla rusa terminada con mahonesa de AOVE (clásico en Rooster porque estuvo desde su apertura y continúa en el nuevo Materia). El otro plato ha sido pimiento carnacho en asadillo con caballa del Sur en escabeche. Sorprendente la textura y el sabor en la conjunción del plato.

Entramos en los platos principales. Dos comensales coinciden en la Ternera lecha a la parrilla con salsa de hierbas frescas, servida en su punto y de una textura y sabor excelentes. Otro plato más atrevido fueron los «callos de nuestras terneras según la receta de la Sra. Leo«. ¡¡¡Espectaculares!!! Gracias por esta receta Sra. Leo y ese toque de picante que los resalta. El excelente pan de semillas que sirven se queda corto para la necesidad de aprovechar la salsa de los referidos callos. ¡¡¡Qué buen recuerdo!!!.

Queda un cuarto plato. Confieso que soy un cocinillas avanzado, de cierto nivel, pero los chipirones (ni a la plancha, ni en su tinta, ni de ninguna manera excepto fritos) consigo que me salgan bien. Por ello aprecio mucho cuando encuentro unos ciertamente maravillosos. En este caso son dos chipirones de un tamaño generoso, en salsa de su propia tinta y rellenos de … digamos un maravilloso y delicioso relleno compuesto principalmente por pescado y marisco. Para repetir muchas veces.

Y llegan los postres. Algunos comensales con más fuerza que otros en la decisión del último plato. Hay uno de los postres que sin mirar la carta eligió: el flan de yemas con natas ¡¡¡calidad y sabor rebosantes!!!. Otro de los comensales un café y los otros dos los suspiros de monja, que consisten en seis buñuelos recién fritos de un sabor y calidad extraordinarios acompañados de un helado de canela artesano. ¡¡¡Qué buen final!!!.

Para terminar y acompañando los cafés unos dulces igualmente delicados y sabrosos con tres variedades: trufas de chocolate, pastas y financiers de almendra verdaderamente exquisitos, todos ellos caseros. Una gran forma de terminar esta comida que comenzó con muy buenos presagios y que se han cumplido con creces. Esperamos que al igual que Rooster continúe con el mismo éxito.

Evidentemente la gastronomía nos absorbe pero también hay que hablar del entorno. Además del nombre han cambiado algunos aspectos del restaurante, así la barra se ha reducido, la vista nada más entrar al mismo nos muestra una amplia sala con la cocina al fondo y han creado un reservado donde se pueden hacer presentaciones o realizar eventos hasta 40 comensales en mesas o si es en mesa imperial, una veintena. En la fotografía superior podéis ver la mesa imperial montada. Un «rincón» muy acogedor para estar cómodamente.

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