Melones Trigo de Villaconejos
El melón de Villaconejos es de los más dulces del mercado, de una carne crujiente y dura, rico en calcio, una piel rugosa y seca y con gran cantidad de agua. Es el melón más consumido en España y cada vez más, en el extranjero, pues a sus cualidades organolépticas une su larga vida útil, pues puede mantenerse varias semanas sin sufrir cambios importantes.
Días pasados tuvimos la oportunidad de asistir a una presentación de los melones Trigo, una empresa familiar ubicada en Villaconejos y que comercializa sus melones también con la marca Villamejor. Aunque su mayor consumo es nacional, exportan a Francia, Holanda, Italia y Alemania, pues todos sus productos tienen la certificación Glogal Gap.
Hace años los melones solamente se podían disfrutar en los meses de verano, sin embargo al día de hoy se puede consumir este delicioso producto durante todo el año y sin ser de cámara, pues en este caso explotan una finca en Canarias en la que consiguen dos producciones anuales. El transporte en barco de Canarias a la Península tiene una duración de tres días, por lo que se consume prácticamente recién cortado.
Dentro de los productos Trigo, se comercializan con distintas variedades, dependiendo de su calidad y otros parámetros. Las distintas clases son:
Melón Trigo Serie Oro: La maxíma calidad en el paladar y presentado en caja de madera.
Melón Trigo Alta Selección: Para los paladares más exigentes, Alta selección de género de Gran Calidad.
Melón Villamejor: Seleccionado por su presencia, sabor y calidad.
Melón Urbano: Un melón fino para cuidar el bolsillo y conservando su sabor.
En la presentación se pudo disfrutar esta maravillosa fruta, disponible todo el año con toda la garantía de frescura. Melón sin ningún aditivo, cortado y crujiente, realmente delicioso. Brochetas de melón con salmón, sí está bien escrito, salmón, un contraste novedoso de dos productos de primera calidad.
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Los probé una vez que me invitó a comer un amigo a su casa y me encantó, tomé nota del nombre y siempre compro de esta marca. No sabía que tuvieran también en invierno, porque a partir de octubre ya no miro esta fruta. Me dijo que cogiera los que estaban «muy escritos», los dibujos que tienen en la piel, que son los mejores.