Naia Bistro – Para disfrutar en la mesa (Madrid)
Cuando entramos por primera vez un restaurante o establecimiento de restauración lo hacemos por alguna razón, siendo las más normales la cercanía si estamos de viaje, el paisaje si estamos de vacaciones o la calidad de la cocina, tanto a nivel de productos de buena calidad como de elaboración cuidada y con platos que nos sorprenden por la composición de los mismos. Este es el caso de Naia Bistro, una cocina con la que vamos a disfrutar en la mesa.
Una carta suficiente, seleccionada, con platos como hemos dicho sorprendentes con cuatro apartados principales de entradas para picar, la huerta, pescados y carnes. Evidentemente hay una carta de vinos, también seleccionada y los postres todos caseros. Ubicado en una zona tranquila, cerca del centro, por lo que si nos encontramos de visita por la zona de la Plaza Mayor, el Madrid de los Austrias, La Latina, el Viaducto, … puede ser una elección de lo más acertada. Un amplio local, funcional, bien atendido y con una espléndida terraza que si el tiempo acompaña nos hará pasar una excelente velada lejos de los ruidos de la ciudad. Una zona digamos que peatonal.
Ultimamente lo estamos observando en muchos establecimientos, todos incluyen en sus cartas las croquetas y «luchan» por conseguir posicionarse en su calidad porque está comprobado (salvo raras excepciones) que una buena croqueta indica una buena cocina. En este caso unas croquetas de jamón ibérico sobre una pincelada de mahonesa de piparras que transmite a la misma un ligero y agradable sabor picante. Y ya hemos empezado ¡¡¡Qúe croquetas más ricas, cremosas por dentro y crujientes por fuera!!!.
Hay platos elegantes, cuya presencia nos agrada y que posteriormente son una delicia al consumirlos y no lo habíamos comido nunca. Platos que además no queremos decir que sean fáciles de elaborar, decimos que son sencillos, con productos de cercanía y no demasiado caros. El plato se denomina «Salmón a la llama con ensalada de quinoa», tan elegante, tan bonito y tan rico.
No lo hemos dicho, estos platos son para compartir por dos comensales. Continuamos con un Pulpo Moruno con raita y cebolletas. Es un plato con pulpo muy bien tratado y sellado en la plancha, sobre una base de especias orientales (30 diferentes) y que consiguen un plato difícil de explicar, un sabor extraordinariamente exquisito, sorprendente y delicioso. Un pulpo como no lo habíamos comido nunca. ¡¡¡Maravilloso!!!.
Cuando pensabamos que un plato era insuperable, inmediatamente comprobamos que estábamos equivocados. Unas alcachofas ya en temporada, con ajos tiernos, jamón ibérico y una cigala coronando todo el conjunto y al que acompaña una jarrita con salsa propia, resultado de cocer las alcachofas y la cigala. Os podéis imaginar el resultado, pero mejor es descubrilo por uno mismo, merece mucho la pena.
Y bueno, todo tiene su fin. En este caso un final feliz con un plato que nuevamente vuelve a sorprendernos. Unas patatas rústicas que han sido preparadas con unas especias y a las que finalmente se agrega mantequilla, todo ello sirve de base a una presa ibérica en su pleno punto de sabor. Una suave parmentier de mostaza y unos tirabeques complementan este plato que cierra el espacio «salado». Y llega el dulce.
Los postres son todos caseros, elaborados con todo cariño, como debe ser, en la cocina del restaurante. Una oferta selecta pero que os va a satisfacer. En nuestro caso hemos compartido, igual que el resto de platos, una torrija de pan brioche con helado de yogur búlgaro y mousse de café. ¡¡¡Excelente!!!. Una gran experiencia que os invitamos a disfrutar como lo hemos hecho nosotros.
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un comentario
Un restaurante soberbio, productos excelentes muy ricos. Para volver en cuanto sea posible. Una zona muy tranquila.