Pancipelao celebra la Almudena con su espectacular cocido
Pero además con un precio especial, 29,90 euros, cuatro vuelcos y acompañados de un Ribera Pagos de Quintana y un postre casero típico (filloa de crema, arroz con leche…). Pero si lo quieres adaptar a tu gusto, 19,9€ sin pan, bebida ni postre.
Hay que tener en cuenta que es el «cocido madrileño perfecto», con la mejor Nota Media del Club de Amigos del Cocido en 31 años, 9,02 de nota media y 10 en ‘calidad-precio’. El restaurante Pancipelao (Sierra de Alquife, 26), su chef Pepe Filloa y el hostelero Tomás Gutiérrez superan así el éxito logrado con La Clave (Velázquez, 22), que llegó al 8’55 en 2017. Su cocido en cuatro vuelcos es además el primero en recibir un 10 en ‘relación calidad-precio’. Los 44 comensales congregados le otorgaron un 8’5 en ‘marco, instalaciones y servicio’ y un 8,7 en ‘calidad gastronómica’.
No hay plato más castizo que el cocido madrileño. Además, los martes sirve su cocido anticrisis al módico precio de 15€, “para que todos disfruten del mejor cocido de España”, apunta Pepe Filloa.
¿A qué sabe el cocido perfecto? “La clave de todo guiso es su cocción”, apunta Guillermo Piera, presidente del club. “La calidad del cocido de Pancipelao está en el caldo que le da sabor a los garbanzos, gracias a la consistencia de la ternera y el pollo”, explica. También destaca “otras viandas que le acompañan, como la punta de jamón y el tocino ibérico”. El secretario José Soto alaba “la salsa de tomate y comino para aderezar los garbanzos y las patatas del segundo vuelco”.
Entre otros aspectos, el club menciona una sopa de fideos “bien proporcionada, sin llegar a espesa por exceso ni caldosa”, “un garbanzo exquisito, en su punto de sabor”, y unas verduras “que no se limitan a acompañar”. En general, “un cocido muy bien servido en tres vuelcos separados, precedido de la croqueta o peterete, que cumple así los preceptos ya marcados por el cronista de la Villa Antonio Velasco Zazo en su ‘Cartilla doctrinal de los hijos de Madrid”, publicada en 1922.
El libro del periodista madrileño recoge la primera mención a los tres vuelcos (sopa, garbanzos y verduras, y carnes) que definirán la manera tradicional de servir el cocido. Entre otros preceptos, también recomienda “los tres tipos de verduras que pueden acompañar los garbanzos, el repollo, las judías verdes y los cardillos”, subraya Guillermo Piera. 100 años después, el Club de Amigos del Cocido y Pancipelao rinden así homenaje al también autor de ‘Fondas y mesones’, otra guía indispensable en la historia del vivir y buen comer matritenses.
Pepe Filloa y el veterano empresario Tomás Gutiérrez superan en Vallecas la fórmula de La Clave, Mejor Nota Media del Club de Amigos del Cocido desde 2017, considerado ya un clásico en pleno barrio de Salamanca. Empezando por la croqueta elaborada con el tocino, el chorizo y la morcilla sobrantes del cocido, éste reúne una veintena de delicias de nuestra geografía: garbanzo ecológico castellano, cultivado en exclusiva en la comarca abulense de La Moraña; morcillo de vaca vieja gallega, tocino ibérico de Fregenal de la Sierra, chorizo y morcilla asturianos sin ahumar…
Pancipelao además ha consolidado el servicio de cocido a domicilio tras la pandemia. En fin de semana se llegan a repartir 30 al día y se sirven otros muchos para llevar. Puede encargarse por teléfono (91 477 79 20) de martes a domingo en un radio de 5 km a la redonda, para barrios como Entrevías, San Diego, Palomeras, Portazgo, Nueva Numancia…
Sus cuatro vuelcos: croqueta de pringá, sopa, garbanzos y verduras, y viandas. CM-MG.
Sus cuatro vuelcos llegan calentitos a casa y se disfrutan sin moverse del sofá, al mismo precio que en el local. “Al día siguiente está todavía más rico”, recuerda Tomás Gutiérrez.
Un club con historia
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