Comer en casa, los pros y los contras

Leyendo el título ya os podáis imaginar de que vamos a hablar hoy, es una cuestión que muchas veces nos planteamos y seguro que vosotros también. Sobre todo los fines de semana y con el buen tiempo que empieza a hacer. Pues hoy queremos hacer esta reflexión en voz alta con vosotros, a ver si coincidís. Como ya sabéis somos muy de buscar nuevos bares y restaurantes donde poder comer bien, se podría decir que es nuestra afición aunque no es del todo así. Pero hoy hemos decidido que vamos a apostar por comer en casa, y trataremos los pros y contras.

Empezaremos por los pros de comer en casa, esperamos no dejarnos ninguno. Por una parte está el tema económico, algo que hoy en día tira para atrás a la hora de salir a comer o cenar fuera, en casa sale más barato por norma así que suele ser la mejor apuesta. Por otro lado está la comodidad de estar en tu propia casa, puedes comer relajadamente sin que nadie te mire, sin tener que guardar un ‘protocolo’ y en ropa cómoda. La calidad es otro punto muy importante para nosotros, al ser nosotros los que preparamos los platos sabemos qué lleva cada uno y su calidad, así no nos damos sustos. Y por último está el lado saludable, comer en casa asegura que cometes menos excesos incluidas las porciones de las raciones. Como ves estos son algunos de los motivos, pero cada cual tendrá los suyos, como por ejemplo la libertad de horarios, las alergias, la satisfacción de hacer tú algo mejor de lo que te ofrecen en un restaurante, etc.

Y ahora vamos con los contras. Primero de todo es que no puedes disfrutar de platos que no puedes realizar en casa o no sabes que existían, algunos platos son difíciles de preparar sin los utensilios adecuados o son muy engorrosos para prepararlos en casa así que mejor disfrutarlos fuera. Luego está la falta de servicio de mesa, ya que tú en un restaurante solo tienes que llegar, sentarte y elegir qué es lo que quieres comer sin preocuparte de tener que prepararlo, servirlo, recogerlo y todo eso. Algo muy importante y que no solemos tener en cuenta es que comer fuera permite que las conversaciones se alarguen más y el ambiente será distendido y relajado, al no tener que estar pensando en recoger la mesa los comensales se relajan mucho más y disfrutan de la sobremesa con calma. Y por último el más temido de todos los contras- tener que recoger y limpiar todo tú mismo.

Si analizamos los contras, lo peor que llevamos siempre es el tener que limpiar y recoger todo lo que ensuciamos. Y no nos referimos solo a los platos, vasos y cubiertos; si has cocinado tú tienes que limpiar los utensilios de cocina, los fogones o el horno y mucho más. Es la parte más engorrosa y lo que suele echar más para atrás a la hora de querer sorprender a los tuyos con una comida en casa. Pero si te lo montas bien tampoco debería ser un gran problema para ti.

Nosotros por ejemplo, intentamos ir recogiendo la cocina a medida que cocinamos si la preparación nos lo permite. Eso evita que se vayan acumulando cosas en el fregadero y que no se nos haga un mundo tener que hacerlo todo al final. Y luego, uno de nuestros secretos mejor guardados es no complicarnos con los productos de limpieza, si es bueno limpiando, rápido y fácil de usar pues no hay más vueltas que darle.

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