Restaurante Arrabal cocina española en la Plaza Mayor de Madrid

A veces nos encontramos establecimientos que nos sorprenden por su iniciativa, por el espacio en que se encuentran, por su buena atención, … por infinidad de cualidades. En este caso además de reunirse todas las anteriores nos encontramos con una cocina española elaborada con honradez. Queremos decir honrada porque a veces se «abusa» de los turistas, no conocen nuestras costumbres, nuestros platos, en este caso hemos visto comer unos callos a una pareja francesa, en pleno mes de Julio en la mesa de al lado, comentando entre ellos que estaban exquisitos.

Nosotros hemos querido probar otro tipo de cocina, más actual aunque disponen de platos clásicos. Mejor nos situamos. Está en la misma Plaza Mayor, entrando por la calle Ciudad Rodrigo a la izquierda, antigua Casa Maria. Vamos a encontrar cuatro ambientes todos ellos atractivos. En primer lugar una espléndida terraza para 100 comensales aproximadamente. Un espacio de barra con alguna mesa alta. Al lado un pequeño comedor, acogedor, con algunas mesas con vistas a la Plaza Mayor y La Cueva, en la planta inferior un comedor-cocteleria, con ladrillo visto original y decorado magníficamente. El ambiente… ¡¡¡Insuperable!!!

Dependiendo de la hora, climatología e intenciones gastronómicas se puede elegir entre dos cartas. Una donde está toda la cocina incluído el picoteo y terraceo y por otro una carta un poco más «seria» con platos de cocina evolucionada. En ambos casos vais a disfrutar de una buena mesa y como hemos dicho una excelente atención. Su gerente, que también lo es de Sargo, controla que todo funcione a la perfección.

Esta ha sido nuestra experiencia. Dos comensales, compartiendo todos los platos y donde en algunos casos venían ya emplatados separados y por ello la ración es más reducida que en la realidad. Comenzamos con un salmorejo de Mora con espuma de queso mascarpone. ¡¡¡Muy rico y refrescante!!! Se nos olvidaba, en la mesa nos encontramos un aceite AOVE ecológico de Ubeda denominado Marujo-Oro Verde que evidentemente catamos con pan. ¡Sobresaliente!.

Continúa un plato muy veraniego y que se ha puesto de moda en muchos establecimientos: Sardina ahumada acompañada en este caso de mirin de naranja que sirven al momento. El pescado en su punto de textura y salazón. Entendemos que es shio mirin ya que su contenido de alcohol es bajo. Muy original y en su punto como hemos dicho.

Nos llega un pescado también para consumir en frío. Salmón loncheado preparado al aroma de ajo negro, soja y jengibre encurtido, quizás demasiado «acevichado» para nuestro gusto. Unas berenjenas en tempura sobre una base de hummus cítrico y con unas gotas de miel de caña son un manjar para el cambio a la carne, crujientes, sin nada de aceite, ¡¡¡Buenisimas, casi plato obligado!!!

Decíamos al principio de la nueva cocina. Una de las muestras es el steak tartar ahumado (al momento en la mesa), con aromas de Jack’s Daniel’s y pan sardo. Nos llega a la mesa con su campana para conservar el ahumado que se libera al momento de servir. Un buen final para la parte salada.

Y llegamos a los postres. Lo decimos en plural porque han sido dos, ambos deliciosos. En primer lugar la fruta: Un sorbete de mango con frutos rojos. Original y de muy buena calidad. El segundo postre es una tarta de queso que denominan fluída, ya que tiene un «relleno» muy cremoso. Excelente final acompañado de un buen café.

Seguro que tenéis amigos de fuera de Madrid, que vienen a visitaros, o que os apetece visitar el Madrid de los Austrias, os recomendamos este espacio pues no es la típica comida para turistas, es como si estuvieras en el Barrio Salamanca o la calle de Ponzano, por citar dos zonas gastronómicas madrileñas. Comida natural y sin complicaciones. Barra o terraza, pequeño salón o La Cueva (esta última merece una visita aunque sea «turística»).

También hemos hablado de picoteo y terraceo. Hay otra carta donde vamos a encontrar Las Tapas: Callos a la madrileña, ensaladilla rusa, croquetas, … o platos principales: Pastel de cochinillo, hamburguesas,…; los desayunos de tostadas, tartas caseras, helados artesanales, es decir, todo lo necesario para disfrutar gastronomicamente.

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