RESTAURANTE BARRERA (MADRID)

Escrito por: Maximo 30 marzo 2011 2 minutos

Es uno de estos pequeños restaurantes que uno se encuentra como sin querer, que llaman la atención por su discrección, que te crees que vas a entrar en una tasca y te encuentras con una joya, pues ya desde la barra se encuentra uno con «toques» que avanzan lo que se «cocina dentro», nunca mejor dicho.

La sala no es muy amplia, por lo que en algunos casos hay que comer en el bar, al lado de la barra. No hay carta, por lo que la elección hay que hacerla de lo que «cantan» las personas que atienden las mesas. Podemos decir que todos los platos son especialidad de la casa, ya que son seleccionados.

Para empezar tenemos unas consistentes patatas revolconas super exquisitas, con unos torreznos muy bien fritos, que seguro hacen las delicias de todos los comensales. En temporada, las setas y boletus son plato obligatorio, pues para nuestro gusto es de los mejores que hemos tomado.

No hay que olvidar los callos. Un plato tan de moda, tan contundente, pero que en algunos establecimientos no terminan de darles el toque final. Aquí vais a recuperar ese sabor, esa consistencia y ese punto espectacular al degustar los mismos. No siempre, pero algunas veces, podréis disfrutar de las croquetas y las verduras, preparadas como las abuelas, al natural, pero con todo su sabor.

Los segundos platos son de una calidad, igual que los primeros, superior. Un bonito en sanfaina, el cabrito asado, las chuletitas de cabrito, los chipirones en su tinta, la perdiz estofada, es decir, platos todos bien elaborados, en su punto, de una maner natural, que permite conservar todo su sabor.

En los postres parece que uno acaba de llegar al cielo. Un helado de queso con mango y compota de manzana, o el espectacular arroz con leche, al que acompañan un platillo con una canela de fuerte pero exquisito sabor. Hemos dejado para el final el soufflé de turrón. Una explosión de sabor.

Un lugar discreto, que no llama la atención, pero que dentro encontramos una gran cocina y un ambiente tranquilo y sencillo. Hemos visto que la mayoría de los clientes eran conocidos de la casa.