La Rollerie Boadilla del Monte y van … ocho rincones de la Provenza Francesa
Todos los establecimientos de La Rollerie están decorados de tal forma que nos trasladan a la Provenza francesa según nos adentramos en ellos. En este caso en una de las zonas más exclusivas de Madrid, con una decoración elegante y acogedora que nos harán disfrutar doblemente, tanto en la mesa como en el ambiente.
Quienes pasaran por esta calle hace unos meses y lo hagan ahora, creerán que el GPS les ha jugado una mala pasada y les ha llevado directos a la Provenza francesa… El nuevo local de La Rollerie es el octavo ya en ver la luz -segundo como franquicia-, cumple y como siempre supera las expectativas en lo que a estética se refiere. El cartel luminoso que corona al aire lo alto del restaurante es el reclamo para no perderse al llegar, y cada uno de los detalles que se van descubriendo al cruzar sus puertas, lo que hace que nadie se quiera marchar.
Empezando por el impresionante porche que ocupa varios metros a lo largo de la calle, una terraza acristalada cubierta ahora que el frío aprieta, pero que en verano se convertirá en un paso libre para acceder al interior del local, presidido por una imponente barra en el centro sobre la que se descuelga un vistosísimo jardín. Y es que las plantas son un imprescindible en cada Rollerie. Siempre en busca del mimetismo con el ambiente pero colándose en cada rincón. Maceteros, jardines verticales, colgantes… y también estampados en los cojines, en el tapizado de las sillas, en el papel pintado de techos, algunas paredes y separadores…
El color verde impregna también otros muchos detalles: en forma de azulejos que cubren las columnas o algunas mesas y revisten los baños, centro también de muchos flashes, por cierto. La otra seña de identidad es su árbol de hojas rojizas, que en esta ocasión cuelga del techo con tronco y raíces incluidas.
La Rollerie Boadilla está dividida en dos alturas: la principal, a la que se accede atravesando la terraza, con un par de zonas de mesas altas y bajas y una parte acristalada desde la que se puede contemplar un precioso patio interior en la planta baja y el enorme árbol pendiente del techo. Es en esta altura -a la que se puede llegar en ascensor- donde se encuentran algunos de los rincones más especiales del restaurante.
Un divertido balancín que puede convertirse en el escenario ideal para mil y un ‘stories’, varios salones con detalles en cada mesa: jarrones con lavanda, mesas para ir en grupo o socializar con los ‘vecinos’, más íntimas para ir en pareja o a pasar una tarde de confidencias, o sofás de mimbre en los que estirar la sobremesa leyendo con uno de sus nuevos ‘Cafés golosos’ y una tarta. Y es que si en algo son expertos en esta firma, es en crear microespacios para que cada uno encuentre su lugar favorito y se sienta como en casa en cualquier momento del día.
Porque aquí se puede llegar para el desayuno y no salir hasta la medianoche. El ambiente acompaña y su carta -prácticamente igual aunque con singularidades en cada local- es de lo más variada para agradar a todo tipo de paladares. Con el frío vuelven clásicos de su recetario como la Sopa Tom Kha Kai de pollo y la Fondue de queso y vodka; y se incorporan incluso ingredientes nuevos como la polenta, elaboración muy popular al sur de Francia, Suiza y Austria que es protagonista en platos como los Taquitos crispy de polenta y parmesano, con strogonoff de boletus, trigueros y trompetas de la muerte o los Pulpitos encebollados en salsa kimchi, pimentón y sésamo, servido sobre polenta crispy.
También aterriza en su propuesta el Queso Tomino cremoso a la plancha, acompañado de trufa negra, ajo y laurel sobre una tortilla crujiente de trigo y servido con una brunoise de tomate con alcaparras. Una locura que transporta directamente a Italia. Otro imponente recién llegado es el Arroz cremoso con carrillera de cerdo Duroc. ¿Quién se resiste?
La Rollerie Boadilla ocupa 450 m2 y entre las dos plantas puede albergar a unas 170 personas. También se puede vivir la experiencia del grupo en Carrera de San Jerónimo, 26; Atocha, 20; Guzmán el Bueno, 105; Mayor, 24; Alcalde Sainz de Baranda, 64; Mayor, 15 (Alcalá de Henares); Carrer del Convent de Santa Clara, 7 (Valencia).
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