Romano Ristorante en La Moraleja (Madrid)
Por su nombre se deduce que es un restaurante italiano, como así es, pero con unas características especialísimas para considerarlo exclusivo, el ambiente, la calidad de los productos, la elaboración de los platos, la presentación de los mismos y el buen servicio. Con seis meses de vida, ubicado en la gastronómica Plaza de la Moraleja ha conseguido conquistar a los clientes. La carta se adapta a la temporada además de ofrecer a diario, fuera de la misma, dos entrantes y dos platos principales. Uno de los entrantes, el día de nuestra visita, eran alcachofas (en plena temporada), a las que no nos pudimos resistir.
Nada más llegar (teníamos reserva, siempre recomendamos hacerla), nos indicaron una mesa que fué de nuestro gusto. Nos sirvieron unas aceitunas y nos tomaron nota de la bebida, mientras procedíamos a la lectura de la carta. Junto con la bebida nos trajeron cebolla frita con queso, aperitivo de la casa. Un tema que nos ha agradado especialmente ha sido que el cortador de jamón (también excelentes productos ibéricos), nos ofreció una prueba de un exquisito jamón ibérico de bellota de la Sierra de Azuaga. Un producto tan español que está imponiéndose en las cartas cada vez con más frecuencia.
Decir que los platos los pedimos para compartir, dos comensales, cada plato servido individual a cada uno. En primer lugar una Burrata con rúcula y tomate en dos texturas, confitado y en crema (¡¡¡espectacular!!!), en su punto y excelente sabor. Continuamos con uno de los platos fuera de carta, alcachofa en tempura ligera sobre una crema de alcachofa, lombarda y queso parmesano (quizás este último sobraba, pero siempre se puede separar). Vence nuestra pasión por la alcachofa.
Un risotto de chipirones al vino tinto, con un sabor para recordar mucho tiempo. Sabroso, en su punto, exquisito, un plato muy recomendable (igual que el resto), pero este es un plato con fuerza, sabor penetrante, merece la pena volver por este plato. ¿Y qué falta en un restaurante italiano en esta época del año?: la trufa negra. Servida en un plato de reviolis rellenos de faisán que ha sido el que ha puesto el punto final y dado paso a los postres.
Decimos postres porque la elección es amplia, milhojas, panna-cotta, helado, pizza de nutella… Nos hemos decidido por un tiramisú de la abuela, el auténtico de Veneto, servido en frasco de cristal y de una cantidad considerable (al menos después de esta exquisita comida), mejor compartir. Como no podìa ser menos, un exquisito café ristreto ha puesto «la guinda» a esta extraordinaria velada que puede prolongarse en el interior con un buen combinado o en la terraza si acompaña el buen tiempo.
Una bodega muy bien seleccionada, con más de 150 referencias de regiones españolas e italianas principalmente. Los espumosos, una selección de los mejores. Para tomar una copa bebidas Premium nacionales e internacionales, así como cócteles, tanto clásicos como de los más innovadores que se degustan en las tardes-noches madrileñas.
Dos jamones Madrid #alcachofa #burrata #cebolla frita #risotto de chipirones #tiramisu
un comentario
Me ha recordado a los viejos restaurantes italianos napolitanos. Auténtico y genial.