Suculent – Casa de Comidas (Barcelona)
Originariamente una taberna que desde el siglo XIX acogía a todo tipo de gente, incluso de mal vivir. Al día de hoy es una neotaberna donde se disfruta de una buena mesa, unos platos contundentes en algunos casos (los morros de cerdo con garbanzos son extraordinarios), así como una gran variedad de tapas o entrantes fríos y calientes, que nos permiten empezar a «abrir boca».
Todos los platos se pueden compartir, ello os va a permitir disfrutar mucho más de esta buena mesa, pues hay mucho bueno en esta cocina. No es una carta amplia, está seleccionada con lo mejor del Mercado, con productos naturales y de buena calidad y elaborados como antaño, si bien adaptados a los tiempos actuales. Un espacio de patatas en distintos formatos se puede disfrutar para llevar, pues lo sirven en un cucurucho que disfrutaremos según paseamos. Pero vayamos a la mesa.
Un ambiente acogedor, donde se nota que vamos a tener una divertida y suculenta velada gastronómica, en la que os podemos decir hemos encontrado todos los platos espectaculares. Casi todos los platos están pensados para «mojar», es decir, sirven un pan rústico, de horno de leña, poderoso que nos va a invitar e incitar a que el plato quede completamente limpio (es lo que desean en la cocina pues les llena de satisfacción).
Hay algunos platos que podemos considerar de entrada o plato principal, según nos apetezca, bien sea para compartir o no. Los describimos según el orden en que los hemos consumido. Una brandada de bacalao para iniciar este festín. Boquerones tipo «28 el kilo» como dicen en Santoña (es el número de bocartes que entran en un kilo para hacer buena anchoa), marinados con raspa como figuran en carta.
Un ceviche de gamba roja con aguacate, quizás con un exceso de salsa, pero muy rico. Un sorprendente cremoso de foie con maíz y cacao, contraste natural que hemos tomado por primera vez. Un muy correcto tartar de salmón con sus huevas han dado fin a lo que hemos denominado entradas. Podemos decir que una entrada triunfal por el éxito que han tenido todos los platos.
Seguimos con los platos principales. El ya nombrado morro de cerdo con garbanzos ha sido uno de los platos más «aplaudidos» por todos los comensales. Un combinado de pulpo a la brasa con garbanzos sofritos nos ha vuelto a sorprender favorablemente. Las costillas de ibérico con especias de Córdoba y el atún a la brasa han cerrado este «segundo tiempo» del homenaje gastronómico del que estábamos disfrutando.
Indicar que dentro de la carta hay un apartado que se denomina «Los Pucheros», que podemos decir que son menú degustación. Hay tres niveles: Pucherito (45/60€), Puchero (55/70€) o el más completo Pucherazo (65/85€). Como habéis observado hay dos precios para cada «Puchero», el primero es normal y el segundo incluye el vino que armoniza con cada plato. Los platos son los de la carta, en pequeña medida, muy variados y solamente preguntan si hay algo que no nos gusta (por ejemplo el cerdo, o la cebolla, o…) para no incluir ningún plato con dicho producto. Muy recomedable para hacer un recorrido por la cocina de esta neotaberna.
¡Y todavía nos quedaba un hueco para el postre!. Los más solicitados fueron el pastel de chocolate con cítricos y natillas con frambuesas. Un buen café puso el broche final a esta comida donde podemos decir que cuatro comensales disfrutaron de todo ello. Buen servicio y la relación calidad/precio muy correcta.
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