La Taberna del Pelón en un ambiente palaciego (San Ildefonso – SG)

No es que esté en un palacio, es que se encuentra a pocos metros del Palacio de La Granja de San Ildefonso, en una calle peatonal, en el centro de la población y cerca de la plaza principal. Con la propia Taberna y enfrente otro espacio denominado El Pequeño Mesón, solamente con mesas, sin barra, pero con baño en la planta inferior. Una sensación de estar comiendo en casa, pues solamente hay cuatro mesas. Hemos comido en este último porque el otro estaba completo, la cocina es la misma.

Lo hemos visitado en víspera de festivo, muchos establecimientos al completo, siempre nos gusta reservar pero en este caso no lo habíamos hecho así que elegimos este entre las opciones que nos dió ¿un vecino?, parecía que sí porque conocía todo. Una elección muy acertada porque era lo que estábamos buscando. Dos adultos y dos niños menores de 9 años. Esta fué nuestra experiencia.

A la vista de la carta y dejando escoger a los niños los entrantes y luego un plato individual cada uno, comenzamos por un surtido de croquetas, doce unidades, seis de jamón y otras seis de boletus. Muy ricas de sabor, de diferente formato (redondas y alargadas) para poder distinguirlas fácilmente. ¡¡¡Excelentes de sabor y muy cremosas por dentro!!!. Los entrantes los completó una ensalada mixta muy completa (tomate, lechuga, atún, espárrago y huevo duro).

Entrando en los segundos platos no hubo acuerdo en ninguno de ellos por lo que todos fueron diferentes. Unas Albóndigas en salsa, receta de la abuela acompañadas de abundantes patatas fritas caseras. Seis unidades con salsa que fueron alegre y gustosamente degustadas por uno de los jóvenes.

Otro de los platos fueron las mollejas de cordero con cebolla caramelizada. Quizás el plato más deficiente pues aunque en la carta figuraba como «con cebolla caramelizada» venían al ajillo y un poco pasadas de fritura. No le hubieran venido mal unas patatas fritas o algo de guarnición. Entendemos lo completo del restaurante pero …

Hay un amplio apartado para los huevos en la carta. Bien cremosos trufados en nido (Con jamón ibérico, con boletus, con flor de alcachofa confitada); Rotos con diversos acompañamientos o revueltos. Nos hemos decantado por los Huevos rotos con patatas y pisto. Insistimos muy buenas patatas fritas de guarnición, caseras (una más grande que otra, una más larga, …), recién fritas ¡¡¡excelentes!!! Cómo mejoran un plato unas buenas patatas fritas. Un plato muy completo y sabroso.

Cierra la comida un plato que aunque no lo parezca es para uno de los jóvenes (8 años). Un suculento solomillo de choto con salsa de roquefort. Solicitamos la salsa aparte por si era muy fuerte pero fué de su conformidad. También con guarnición con la excelentes patatas fritas y ensalada. Quizás la carne un poco pasada pero ni nosotros dijimos nada ni nos habían preguntado por el punto de la misma. A los postres no llegamos, tomamos café los adultos y dimos fin a esta comida. Un establecimiento al que apetece volver.

Indicar que tienen dos menús para dos personas en los que ofrecen cuatro opciones de entrada (cazuelita de judiones de La Granja, sopa castellana, sopa de cocido o crema de boletus), 1/4 de cordero o cochinillo, patatas fritas y ensalada por 35 euros total con cochinillo y 40 con el cordero. Es lo que cuesta el 1/4 en la carta (regalan las entradas). Excelente relación calidad/precio pues las raciones son abundantes.

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