El chili con carne es el plato tradicional en Texas (de ahí la gastronomía Tex-Mex) y que se fusiona, por cercanía, con la comida mexicana, por eso erróneamente se atribuye el origen a México. Aunque se cocina con más ingredientes, básicamente se utiliza carne, chile y frijoles, también conocidos como alubias rojas/negras. En nuestro caso lo haremos con las primeras y emplearemos algunas verduras. Es un plato hot por la abundancia de chile, así que preparad el paladar y un buen refresco que comenzamos.
La berenjena es una verdura y, como tal, no contiene grasas por lo que su aporte calórico es casi inexistente. También tiene bajo contenido en vitaminas, hidrocarburos, proteínas y minerales, aunque el más abundante es el potasio. Casi un 92% de su peso es agua, por lo que cuando se cocina tiende a reducirse bastante. Conviene tener en cuenta que no debe comerse cruda nunca y como consejo, tampoco hervida, pues su sabor es amargo.
Los pappardelle es una pasta como los espaguettis y los tallarines pero mucho más gorda. La receta tiene su origen en la región de Emilia-Romaña situada en el norte de Italia. Es una tradicional receta similar a la salsa boloñesa pero con un toque fresco de nata líquida que combina muy bien con esta pasta, ya que puede resultar algo pesada.
Aunque para preparar una hamburguesa no es necesario buscar ni saber mucho de cocina, las posibilidades de ingredientes son infinitas y siempre está bien cambiar un poco para no terminar cayendo en la rutina. Os proponemos una hamburguesa diferente, que llevamos mucho tiempo preparando en casa y que de verdad nos encanta. El contraste dulce de la piña con el salado de la hamburguesa es perfecto.