Días pasados hemos podido asistir a disfrutar de un excelente menú diseñado por La Kitchen y maridado con vinos de Palacios Vinoteca, que reúne bodegas de distintas denominaciones de origen españolas, de los cuales pudimos degustar un Rioja, un Rias Baixas y tres versiones del mismo vino (Roble, Crianza y Reserva), comercializado con el nombre TRUS (Tierra, Roble, Uva, Sol).
Los grandes genios de la Historia siempre se han distinguido porque no estaban conformes con lo habitual, con ideas nuevas e innovadoras que resultaron ser un éxito. En la cocina ocurre lo mismo, nuevas preparaciones, nuevas presentaciones, nuevas combinaciones de productos que nos llevan a degustar bocados de sabores sorprendentes y espectaculares.
Cuando encontramos un establecimiento que nada más llegar te encuentras cómodo, una barra no muy grande pero bien surtida de raciones y aperitivos, donde el servicio es eficiente y los productos expuestos y degustados son de calidad, sientes una especial satisfacción, al menos a los que nos gusta la buena mesa. Si pasas a la sala, no importa si comes a la carta o menú, te servirán un aperitivo "trabajado", no las típicas aceitunas (muy ricas) pero que no llevan ningún trabajo ni le han dedicado tiempo.
Por si no lo conocéis, es un restaurante donde la hamburguesa es la reina de los platos, aunque hasta llegar a degustar la misma podemos pasar por otros escalones igual de sabrosos. Es como ir subiendo de nivel, se comienza por un aperitivo, se continúa por alguna entrada de las excelentes que tienen en la carta y llegaremos a la hamburguesa, todas elaboradas con carne de Kobe.
Porque el propietario es un ganadero gallego que se ha instalado en el centro de Madrid y nos quiere ofrecer lo mejor de su cocina, de su tierra y por supuesto de su ganadería. En forma de ración, en forma de tapa, en tostas, en cualquier versión podremos disfrutar de unos productos de primera calidad al mejor precio.
Rioja Alavesa es un destino turístico sorprendente, pues no es solamente el tema del vino, son todos los detalles que hacen atractivo un entorno como el paisaje, el calor y amabilidad de sus habitantes, así como la gastronomía y los alojamientos, de primer orden (categoría cuatro estrellas) como es el caso que nos ocupa, un buen servicio y con todo el confort que se requiere (piscina, spa, ocio), es decir, una estancia agradable en esta Villa Medieval.
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