Las deliciosas galletas de mantequilla son un bombazo y un éxito siempre que las sacamos a nuestros invitados, ¿por qué será? Son muy calóricas, pero es que el sabor de la mantequilla las hace únicas con un sabor intenso e incluso olor cuando se están horneando. Son muy sencillas y divertidas de preparar con niños gracias a la variedad de moldes y la facilidad de manipulación de la masa para hacer formas diferentes.
Algunas mentes lúcidas han decidido que eliminando las aceiteras suprimen "las trampas" en el aceite que se consume al tomar una ensalada, al tomar una tostada de pan con aceite o con aceite y tomate. Pues nosotros creemos que será por otro tema, porque dicho consumo debe representar el 1% o el 2%, si llega, de todo el aceite que se consume en hostelería. Desconocemos si hay estudios.
El azafrán está considerado como especia, aunque en realidad son los pistilos de una flor llamada crocus sativus. Es muy popular su uso para las paellas y fideuás, aunque bien se puede utilizar en otros platos de caza, pescados o incluso pasta. Tiene un sabor muy característico e intenso por lo que no es necesaria mucha cantidad para aportar sabor, con unas pocas hebras es suficiente. Yo suelo tostarlas un poco en papel de plata para extraer todo su sabor. En este caso lo vamos a utilizar para aderezar un plato de pescado blanco; si no tenéis merluza, sirve dorada, lubina o incluso lenguado o gallo.
Aunque la tradición del roscón de Reyes la conocemos desde siempre, su origen es totalmente diferente y nada que ver con la llegada de Los Reyes Magos de Oriente. La mayoría lo atribuyen a los romanos, celebrando el fin del solsticio de invierno y la llegada de días más largos. En una región de España se tomó por costumbre esconder una sorpresa en su interior, para así alegrar al niño que lo encontrara y nombrarle rey por un día. Tiene forma de corona y en los últimos años se puede encontrar relleno de crema pastelera, nata, trufa e incluso mazapán en la región de Cataluña.
Según el idioma y/o influencia podemos referirnos, a diferencia de lo que mucha gente piensa, a un gofre (del francés gaufre), o waffle y wafle, proveniente del holandés wafel. Como decimos, todo representa lo mismo y es una masa espesa, a base de harina y huevo condimentada con helado o un topping que puede ser nata, chocolate, mermelada, dulce de leche o cualquier otro ingrediente, igual que las tortitas.
Los crepes dulces por excelencia que tanto gustan a los franceses y que, aunque requieren más elaboración, pueden ser la culminación a una comida o cena especial. Simplemente son unos crepes con sabor a naranja y que como toque especial tienen el flambeado. El origen se debe, curiosamente, a un accidente fortuito del chef Henry Charpentier cuando se le derramó el licor y se prendió fuego.
El contraste entre el dulce y el salado es algo que en la cocina me encanta. Hay gente reticente a hacerlo o incluso probarlo, pero es algo que refresca mucho y aporta un toque especial, diferente y de la cocina moderna, a pesar de llevar haciéndolo durante varias décadas. En este caso os proponemos un solomillo, ibérico a ser posible bien limpio de grasa y tejidos, con un toque dulce de manzana caramelizada. El queso azul por excelencia de nuestro país, el cabrales, le aportará fuerza a esa dulzura.
El brownie de chocolate tiene una textura muy particular. Para algunos es mucho más seco y poco esponjoso a diferencia de un bizcocho y para otros puede resultar poco crujiente. El truco está en saber acompañarlo correctamente. Nadie podrá resistirse a un brownie con helado de vainilla, con o sin salsa de chocolate caliente. ¡Triunfaréis seguro!
Para niños y mayores, sean golosos o no, creo que nadie puede resistirse a esta receta de las tradicionales cookies americanas. Hay que comerlas con moderación y siempre se pueden acompañar con un vaso de leche, helado de frutas o pieza de fruta como fresas o plátano, les van estupendamente. Son muy fáciles de hacer, se hacen en 8 minutos en el horno y quedan realmente impresionantes.