El chili con carne es el plato tradicional en Texas (de ahí la gastronomía Tex-Mex) y que se fusiona, por cercanía, con la comida mexicana, por eso erróneamente se atribuye el origen a México. Aunque se cocina con más ingredientes, básicamente se utiliza carne, chile y frijoles, también conocidos como alubias rojas/negras. En nuestro caso lo haremos con las primeras y emplearemos algunas verduras. Es un plato hot por la abundancia de chile, así que preparad el paladar y un buen refresco que comenzamos.
La carne de conejo está clasificada como carne blanca, las que menos grasas tienen y por ello es mucho más saludable que cualquier carne roja de res o cerdo, aportando unas 140 calorías por cada 100 gramos de producto. Es además una carne baja en colesterol y rico en vitamina B12, recomendable para mujeres embarazadas. También ayuda a la digestión, tiene bajo contenido en sodio y rico en proteínas de alto valor biológico. Aunque su consumo suele ser al ajillo o con tomate, nosotros lo prepararemos en escabeche.
La oreja de Judas es una seta seca, plana, con forma de concha y apariencia a una oreja, de ahí su nombre. Se pueden encontrar sobre ramas muertas de alcornoques, plátanos, saúcos y otros árboles de hoja plana. Se pueden encontrar bien a granel o bien en bolsas desecadas. Aunque los gurús de la cocina dicen que las setas no deben lavarse, nosotros lo recomendamos, por higiene. En este caso por necesidad. Para partirlas con un cochillo es mucho más cómodo si están húmedas.
La berenjena es una verdura y, como tal, no contiene grasas por lo que su aporte calórico es casi inexistente. También tiene bajo contenido en vitaminas, hidrocarburos, proteínas y minerales, aunque el más abundante es el potasio. Casi un 92% de su peso es agua, por lo que cuando se cocina tiende a reducirse bastante. Conviene tener en cuenta que no debe comerse cruda nunca y como consejo, tampoco hervida, pues su sabor es amargo.
Aunque la base de esta receta ya lo hemos utilizado en los tallarines con jamón, le vamos a añadir un toque típico de Nápoles, como son las verduras. Como con todas las pastas, esta salsa es válida para casi todas que llevan en su base los mismos ingredientes pero que se difieren únicamente en las formas. El toque del tomate fresco rallado le da algo especial, diferente a cualquier otra receta donde se mezclan muy bien los sabores del jamón con los de las verduras de la huerta.
Una forma diferente y muy casera de comer pizza sirve para utilizar todos esos ingredientes que tenemos en la nevera y no sabemos qué hacer con ellos. La base principal es una base de barra de pan y un poco de queso para gratinar; el resto lo pones tú aunque aquí te damos una idea distinta y lo mismo hasta los más peques se atreven con ello.