Avila es una ciudad donde la paz se respira por sus calles, el dedicar el tiempo necesario a todo lo que se haya de hacer, disfrutar de un recinto amurallado siendo la capital de provincia española situada a una mayor altitud (1131) le sigue la también castellano-leonesa Soria con 1063. Seguro que la habéis visitado y os parece retroceder en el tiempo, pero a mejor.
Porque a veces unimos el centro con el tema de la invasión del turismo, en este caso hemos elegido un espacio con comida típica castellana, en la Plaza del Rastro, una pequeña plaza en el centro de la ciudad y con amplios salones y buena atención. Hace días ya hablábamos de esta encantadora ciudad en relación con la visita y aperitivo, hoy entramos en el almuerzo que hemos disfrutado cuatro comensales.
Empecemos por decir que es un restaurante centenario, donde vamos a encontrar clientes de distintas costumbres, edades, paises, es decir, un restaurante que gusta a todo tipo de personas. Un día laborable, mes de Julio, hora del almuerzo (14 horas), la terraza de la Plaza Mayor al completo, la terraza de la calle Botoneras con alguna mesa libre pero al completo, el comedor interior de la planta de calle con un par de mesas libres cuando llegamos y a nosotros, dos comensales, nos instalaron en la planta primera en un comedor con 8 mesas, que terminó al completo.
Del 24 de Febrero al 30 de Marzo podremos disfrutar de uno de los platos más típicos de la cocina castellana como es el cochinillo asado o tostón que se llama en algunas zonas. Un cochinillo recién traído de Espirdo (Segovia), horneado con el tiempo necesario, crujiente por fuera, tierno y suave por dentro, una joya de la cocina que Los Galayos preparan de una forma especial.
Ubicado en la planta 33 de la Torre Espacio, una de las Cuatro Torres que se divisan desde muchos kilómetros alrededor de Madrid y que nos ofrece, entre otras muchas sorpresas agradables, unas vistas impresionantes de Madrid (Sierra Noroeste, Aeropuerto de Barajas, Paseo de la Castellana,...) todo ello dependiendo del lugar donde nos encontremos.
En la zona más castiza de Madrid, el Barrio de Chamberí, se encuentra este restaurante que nos ha sorprendido después de las vacaciones veraniegas con unos aperitivos de calidad, como decimos nosotros "trabajados". Nada de las patatas fritas de abrir la bolsa, nada de aceitunas de abrir la lata, aquí sirven patatas revolconas, paella, picadillo con huevo y muchas cosas más.
Si quieres disfrutar ofreciendo a tus invitados un menú de cinco tenedores, elaborado por un chef de reconocido prestigio, con una elegante presentación de los platos y sin haber manchado la cocina, el Grupo de Hostelería Plato&Placer, y bajo la dirección de su chef Miguel Ángel de la Cruz, nos permite sorprender a nuestros amigos y familiares con un menú extraordinario.