Tapas 24 (Barcelona)
Ubicado en una zona céntrica, frente a la Bolsa de Comercio de Barcelona, a dos pasos de la Plaza de Cataluña y un lugar de paso de muchos turistas. Turistas que vienen, por la fama que tiene, a comer las tapas de este establecimiento. Hemos notado que al menos el 90% de los clientes eran extranjeros, pero todo está hecho al gusto español, es decir, hemos podido disfrutar de su «cocina en miniatura».
No reservan mesa, no tienen en cuenta para la reserva si no están todos los comensales, al interior del local se llega bajando una escalera que es donde habitualmente se hace la cola de espera, en la acera una terraza para 20 comensales y … ¡¡¡siempre lleno!!!.
Siempre lo decimos, nos dan pena los turistas que se comen una paella que dan pena, en algunos establecimientos donde no tienen ningún sentido de la responsabilidad, al final todo se paga. ¿Cómo se han enterado los turistas de que en Tapas 24 se come bien y a un precio correcto?. Pues al día de hoy todo se sabe. ¿por qué los turistas no van al establecimiento de la paella …? pues por la misma razón. Pero no nos vayamos del tema, hablemos de Tapas 24.
Todo lo que pidáis os encantará. Hay unos bikinis para los menos atrevidos que son una delicia. Si os gustan los guisos hay una especialidad que es el rabo de toro, imaginamos que no de lidia, sino de granja o campo. El servicio en terraza es dinámico y efectivo, aunque tiene que subir las escaleras de continuo. Un buen entrenamiento.
También pedimos unos huevos estrellados con panceta (hay una carta especial que se llama «manda huevos» donde vienen todos los tipos). En realidad hay que consultar tres cartas: La que está hecha de imprenta de platos y tapas fijos, la de platos del día (cerca de la veintena) y la de Manda Huevos, que tiene cerca de una decena de especialidades.
Los platos llegan muy rápido, hay una cocina «integrada» prácticamente en la Sala, donde en un espacio reducido trabajan al menos cuatro personas, preparando los platos. La Sala es una especie de barra mesa (además de la barra habitual que también se utiliza para tapas). Empezamos a separar nuestras preferencias y pedimos una bomba (un panecillo relleno), una foie burguer (deliciosa), unos callos muy conseguidos y tacos de cochinita pibil (plato mexicano), muy correcto.
De postre, por la noche, ya un poco tarde (cierra a las 00.00), pedimos un combinado que preparan, sin alcohol, llamado azúcar, hielo y té más algo secreto que no indican. Es casero y solamente quedaba uno. Por otro lado pedimos Naranja a la Naranja, como podéis imaginar, naranja en varios formatos y texturas.
Como resumen decir que es un establecimiento donde el servicio funciona muy correctamente (a pesar del agobio en algunos momentos), los platos son ricos y tienen buena relación calidad/precio. Si vais cuando hay mucho gente es un poco incómoda la espera, como en todos los sitios, pero merece la pena conocerlo.
Un establecimiento bien situado, con un buen servicio, para tapear pero con algunos platos consistentes, muy turístico pero donde uno se siente cómodo. Platos regionales, bien elaborados, productos de primera calidad y unos precios correctos. En pleno centro de Barcelona.
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