Terranova – El mar en la mesa (Huelva)
Hemos ido por recomendación de una persona conocida, nos dijo que conocía este restaurante donde el pescado era la estrella y de gran calidad. Al estar por la zona (en Punta Umbria) hemos aprovechado para visitar el mismo y disfrutar de su mesa. Un restaurante regentado por una persona que conoce todos los pescados de la zona, como tratarlos y que, según sus palabras, los compra directamente a los barcos. Era un lunes, no es el mejor día para el pescado, pero … ha resultado un éxito.
Un local acogedor, con un amplio mural de la playa de Mazagón que imprime un ambiente luminoso y alegre al comedor. Antes de tomar asiento, 5 comensales, nos ha explicado que solamente elaboran los pescados con aceite y ajo, sin otros condimentos. Nos ha parecido muy bien, porque cuando el producto es de calidad no necesita más aditivos. Pero pasemos a la mesa.
Después de ver las cartas surgieron algunas dudas, como es normal cuando se trata de pescados, pues tienen distinto nombre según las zonas, regiones y hasta poblaciones cercanas. Nos ha facilitado que aunque habìa pescados muy grandes, para 3 o 4 raciones, nos podía servir un filete nada más.
También nos ha mostrado algunos pescados que no sabíamos muy bien como eran, caso del sargo, que lo sirvieron en lomos (medio por ración), «quitadas las siete espinas» como dijo el gerente del mismo. La emoción de recordar estos pescados nos lleva a adelantarnos.
Nada más tomar asiento nos sirvieron un hojaldre relleno de ensaladilla rusa exquisita. Para la bebida, una selección de vinos con D.O. pero principalmente vinos blancos, por lo que la elección fué un verdejo. Un cestillo con distintos tipos de pan y un buen aceite dejaron la mesa preparada para recibir la primera parte, para compartir, unas verduras, frescas no, ¡¡¡fresquísimas!!!, con huevos nos hicieron ver que la elección del establecimiento era acertada. Sorprendentes y de sabor excepcional. Unos chocos al ajillo no desentonaron en absoluto en calidad, presentación y frescura.
De segundo plato pescados. Todos a la brasa con ajo y aceite, como nos habían anunciado. Ya hemos comentado el sargo, como hemos dicho en otros establecimientos, que el día anterior estaba en el agua, nadando tranquilamente, preparado para comer sin mucho trabajo. Facilidad y calidad. Se nota cuando se hacen las cosas con cariño, estos detalles son uno de ellos.
Un lenguado a la plancha, más que de ración, pero que el afortunado «propietario» del mismo dió buena cuenta de él pues se «dejaba comer». Y el que escribe el presente artículo tomó un cogote de merluza sabroso, jugoso, fresco, con una textura prieta, como debe estar el pescado. Un cogote de merluza que no tiene más que calidad, ajo, aceite y mucho cariño en su elaboración.
De postres hubo «atrevidos» que pudieron con los mismos, pero es fácil de entender, caseros y con una presencia espectacular. Un hojaldre con nata y almendras que resultó delicioso. Por otro lado un pastel de queso con almendras y crema de caramelo. Los cafés pusieron la nota final a esta excepcional comida, donde el pescado ha sido el protagonista.
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