Tiramisú de Baileys con frambuesas
Ingredientes
- 500 g de queso mascarpone
- 1 cucharada de pasta de vainilla
- 50 g de azúcar extrafino
- 300 ml de nata para montar
- 200 ml de Baileys Original Irish Cream
- 60 ml de café expreso recién hecho
- 1 paquete de bizcochos de soletilla
- 300 g de frambuesas frescas troceadas por la mitad
- Cacao en polvo o 100 g de chocolate negro
Elaboración
En cualquier receta la materia prima es fundamental, por eso debemos escoger bien los ingredientes, que sean de primera calidad para asegurarnos el éxito de la receta, y más en ocasiones donde queremos brillar ante nuestros invitados. En este caso tanto el queso mascarpone como la nata, chocolate y el Baileys son los protagonistas de la receta, por lo que deben ser también los mejores que encontremos.
Para comenzar, debemos buscar y forrar con papel de horno un molde rectangular de unas medidas aproximadas de 10×22 centímetros. En un bol comenzaremos a mezclar el queso mascarpone, la esencia de vainilla y el azúcar, batiendo si es necesario con unas varillas eléctricas.
En otro bol preparamos 200 ml de nata montada y lo añadimos al primero, primero la mitad para conseguir una densidad similar y luego el resto, siempre con movimientos envolventes para que no pierda el aire la nata.
En otro recipiente ancho y poco profundo mezclaremos el Baileys con el café, para mojar los bizcochos de soletilla y presentarlos en una capa sobre el molde rectangular. Utilizaremos un tercio de los bizcochos para el fondo, a continuación la mitad de las frambuesas, la mitad de la mezcla de mascarpone y otra vez los bizcochos. Ponemos el resto de las frambuesas, el resto de la mezcla de mascarpone y terminamos con otra capa de bizcochos de soletilla, de manera que habrá 3 capas de bizcocho y dos interiores de frambuesas y mascarpone. Cubrimos por encima con papel de horno y envolvemos firmemente con papel de plástico y lo metemos al refrigerador al menos 8 horas.
Cuando vayamos a servir, retiramos el envoltorio y el papel y colocaremos, dado la vuelta, sobre un plato o fuente rectangular. Batimos los otros 100 ml de nata montada que había sobrado y lo colocamos por encima para decorar. Espolvoreamos con el cacao en polvo o bien con virutas de chocolate que podemos hacer rascando con un cuchillo la tableta.
No os olvidéis de acompañar con una copita de Baileys si la ocasión lo merece.
¡Feliz cocina!
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