Totó e Peppino y sus auténticos sabores italianos caseros (Madrid)

Nada más bajar los cuatro escalones para entrar al local – o quizás prefieras quedarte en cualquiera de sus dos terrazas – encuentras un ambiente que te transporta, pues su horno, donde seguro se encuentra cocinando algún plato, impregnará de olor y activará tus deseos de disfrutar de esos platos. Cualquiera de sus cuatro espacios es cómodo y agradable. La sala, con el horno y la barra, mesas con los manteles a cuadros típicos de las trattorias italianas y cocina a la vista. Primera planta, sala amplia. Terraza exterior por la fachada y por último otra terraza al otro lado, en el jardín, ideal para ir con niños.

Su experiencia, pues 20 años en un establecimiento en la zona de las Salesas. El actual en la zona de Retiro aperturado hace poco más de cuatro meses y que ha conseguido conquistar a los vecinos y visitantes por su calidad y excelentes platos. El secreto de las recetas más tradicionales de la cocina napolitana, conservadas generación tras generación, son las protagonistas del nuevo restaurante Totó e Peppino.

Este nuevo proyecto del napolitano Salvatore Romano, de familia hostelera, y con experiencia como pizzero desde los 14 años, ha sabido guardar el secreto de las recetas más tradicionales de Nápoles donde el protagonismo lo tiene la materia prima de cada plato. Una cocina contundente, cargada de sabor, con proveedores directos de Nápoles que sirven al restaurante dos veces por semana los auténticos tomates, harinas y quesos, entre otros. Veamos nuestra experiencia.

Dos comensales, día laborable a mediodía, compartiendo todos los platos y disfrutando muchísimo tanto de la comida como de la excelente atención recibida. Nos dejamos aconsejar y nos hacen una selección de platos clásicos, de los más demandados por los clientes así como platos de la nueva carta y temporada. Un acierto excelente. Como siempre las raciones que se reflejan en las fotografías en algunos casos son inferiores a lo normal, pues consumimos varios platos.

Lo primero que nos llega a la mesa es la Focaccia, recién hecha. Una buena base de masa ligera, harina italiana 00 y fermentación de 36-48h, cherry semidry rúcula, mozzarella de bufala DOP. Un excelente comienzo para esta comida que resultó un festín.

Se nota la cercanía del mar en estos platos napolitanos pues nos llega uno de los platos de la nueva carta: La Ensalada de mar, con pulpo, sepia, langostinos y mejillones, cruditè de verduras y vinagreta al limón. Excelente presentación y conjunción de los diferentes productos. Muy rica y refrescante. Indicar que en todos los platos se indican los alérgenos, para información de los comensales.

El siguiente plato se puede interpretar como tartare de atún si bien en la carta lo encontramos como Ensalada Totó e Peppino. También un plato orientado al próximo tiempo por sus frescos ingredientes: tomate de temporada, atún, cebolla roja encurtida y vinagreta de pimientos, aceitunas, orégano y albahaca. Excelente producto y como los anteriores, sabor penetrante. ¡Una delicia!

Nos llega un plato de pasta. Aunque algunos anteriores han tenido alguna cantidad de la misma en este caso es la base principal. También nuevo en la carta se trata del Spaghetti con anchoa del Cantábrico. Deliciosos y al dente Spaghettis Gruesos con ajo, aceite, guindilla, perejil,pecorino romano ( queso de oveja) y anchoas 00 del Cantábrico. Al ser compartido, como el resto de platos, nos lo ha servido una de las srtas. que atendida la sala. Nos ha maravillado la forma de preparar los espaguetis. Una gran profesional.

Finalizamos la parte salada con un plato de los de reciente incorporación: Fritura de Gambas y calamares. Como su propio nombre indica se trata de una fritura – excepcional en producto y ejecución – de gambas peladas en el cuerpo conservando cabeza y cola y calamares fritos. También Nápoles es el sur – como nuestra querida Andalucía – fritura excepcional. Todos los platos han sido maridados con un vino tinto Primitivo di Puglia IGP «moi».

Pues sí aunque parezca que no teníamos espacio para el postre no hemos podido resistirnos a dos joyas que nos han preparado. Comenzamos por el Cremoso de queso, un postre que terminan de preparar en la mesa y que finalmente solamente deja adivinar – y por supuesto degustar – la base pues como se dice los árboles no dejan ver el bosque en este caso la frambuesa deshidratada y pistachos no dejan ver la tarta de quesos italianos con base de galleta maría regados con el coulis de frutos rojos y pistachos. ¡Sensacional, un postre extraordinario!

Finalizamos con un postre típico de la gastronomía italiana, el tiramisú si bien en este caso en lugar de taza, copa o un recipiente similar utilizan una cafetera italiana. La composición de este tiramisú clásico es yema de huevo, mascarpone, savoiardi y cacao en cafetera. Muy cremoso y dulce correcto.

Un café ristreto de excelente ejecución y un chupito de limoncello dieron el punto final a esta formidable comida que recordaremos un tiempo, que no será muy largo porque regresaremos en breve, ya que hemos visto en mesas cercanas el “fagioli”, un curioso plato que se come con cuchara y tenedor, de pasta con alubias y mejillones y con una tradición en su haber de más de 80 años y queremos probar.

Mención especial merecen las pizzas de Totó e Peppino, y donde encontramos joyas como: la exclusiva “La Mía Margherita”, única en la capital creación propia de Salvatore que se basa en la clásica margarita de toda la vida, pero en este caso, invertida (base de pesto de albahaca, perlas de Bufala y mermelada de tomate); la original 5 Formiaggi con miel de trufa; la Tartufata; Romana; o Nerano, entre otras. Cuenta con servicio a domicilio y take away y, si recoges en local, todas las pizzas al precio único de 10 €.

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