Treze – Para tapear y mucho más (Madrid)

Escrito por: Maximo 12 enero 2015 2 minutos

Porque si en la planta a pie de calle tenemos una excelente barra y una zona de tapeo donde disfrutar de excelentes platos en dos formatos, ración o tapa, en la planta superior un acogedor restaurante nos va a brindar una cocina de autor, con productos de temporada y especialmente con platos de caza y setas. Saúl Sanz y su esposa Elena Ursu, así como su equipo, seguro que consiguen que disfrutéis en la mesa con sabores naturales.

La ubicación actual lleva poco tiempo, pues Treze nació en el Barrio de Conde Duque, en la calle de San Bernardino nº 13, cuyo nombre han querido conservar. Siempre recordaremos algunos de sus platos porque aunque de título sean similares o iguales a los de otros establecimientos en este caso se convierten en una exclusiva que se conserva en la memoria. Caso del Foie micuit con pan de especias, manzana y cardamomo, para mantener vivo en el recuerdo durante mucho tiempo.

Siempre nos gusta, cuando existe en los restaurantes, pedir el menú degustación, pues nos permite degustar varios platos. Igual ocurre con el tapeo, es más divertido, más agradable y con una notable ventaja sobre los platos completos o raciones, se consumen con más gusto.

Hemos efectuado un recorrido por la carta en la que unas ensaladillas (igual base pero con distintos ingredientes cada una de ellas), un diseño en el que han participado tanto Saúl como Elena y que, siempre lo decimos, que gran plato de la gastronomía española (que no rusa, que no saben que existe). Humilde pero siempre apetecible.

El apartado del foie, ya nombrado (sensacional). Un rissoto de pasta puntalete, foie y boletus ¡¡¡qué ingredientes más exquisitos!!!. Una coca de roast beef de ternera con muselina de chiles y crudites. No podía faltar la caza, especialidad de la casa, en este caso representada por un gamo estofado que nos han recordado paisajes maravillosos.

Para finalizar un dulce como los que prepara Elena, una experta repostera que hace las delicias de los comensales al poner este maravilloso broche. En este caso una delicia de mousse de chocolate con vainilla, galleta Oreo y algo más. Un buen café, hecho con cariño, ponen fin a esta deliciosa, variada y entretenida comida, en un ambiente agradable y los plastos servidos a buen ritmo. Para recordar y repetir.