En verano platos fresquitos

En verano platos fresquitos

Escrito por: Equipo    27 julio 2016    2 minutos

En verano nos gustan los platos fresquitos, cremas frías como el salmorejo y gazpacho principalmente, ensaladas de muchos tipos, ceviches ahora que la cocina latina está muy implantada en nuestra gastronomía, las sardinas ahumadas, un manjar que siempre hemos tenido muy cerca y que se ha descubierto en los últimos años, los zumos, los carpaccios,… infinidad de platos y bebidas que son ideales para estas temperaturas. Os recomendamos hacer reserva porque se puede encontrar cerrado por vacaciones.

Rooster nos presenta su salmorejo con parrocha marinada en aceite de cítricos

Además de su ya reconocida ensaladilla que ha sido incluída en la carta de restaurante a petición de los numerosos clientes que así lo han solicitado, Alfonso Castellanos nos presenta para esta temporada veraniega un exquisito salmorejo en el que sustituye el clásico jamón ibérico por una parrocha marinada. Un plato excepcional que cubre todas las espectativas para comenzar una buena comida o cena.

Bacira con sopas frías, ensaladas, ceviches, carpaccios, tiraditos, tartares,… y mucho más

Gazpacho de cerezas con tartar de langostinos y helado de jengibre-Bacira

Este restaurante está de moda. Cualquier noticia gastronómica nos viene con el mismo, participando, haciendo una revolución gastronómica que sigue sin parar ya hace dos años. Sería exhaustiva la lista de los platos ideales para esta época, pero os vamos a describir tres de ellos: Gazpacho de cerezas con tartar de langostinos y helado de ginger; Ceviche de gamba blanca de Huelva con vieiras a los 3 ajíes y por último el tartare de atún picante con aguacate, alga wakame y pomelo rosa. Pero hay muchos más, no te lo pierdas.

El ajoblnco de Montes de Galicia

ajoblanco 2 del restaurante Montes de Galicia

En principio indicar que el ajoblanco no es una sopa fría con un fuerte sabor a ajo, es principalmente de almendras, un plato fresco nada picante e idel para cuando el termómetro crece, crece y crece. Es un plato original de la cocina andaluza-extremeña desde hace cientos de años, cuya receta ha conservado Montes de Galicia utilizando los mismos ingredientes que nuestras abuelas: almendras, pan, aceite de oliva, agua, ajo y sal; en algunas ocasiones se le añade un toque de vinagre. Todos ellos se machacan a mano en un mortero y cuando los elementos están perfectamente integrados y la almendra y el aceite ligan esa textura cremosa tan característica del ajoblanco, la sopa está lista. Hoy día se ejecuta con máquinaria de cocina que efectúa este trabajo a la perfección.

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