Vinos blancos; destapando mitos y descubriendo propiedades
El vino blanco parece haber vivido siempre a la sombra del tinto, de hecho, todo hemos escuchado frases como el mejor vino blanco es el peor de los tintos, o eso de que da dolor de cabeza o que es para mujeres (en tono despectivo).
Ya es hora de destapar mitos, y eliminar estereotipos y prejuicios, pues los blancos no son vinos de segunda, por lo que debemos destacar sus maravillosas propiedades, tanto en la mesa como para tu salud. Si quieres comprobarlo por ti mismo, puedes hacerlo con cualquiera de estos vinos blancos de gran calidad que se ofrecen a través de la tienda online de referencia en internet Vinos.wine. Mientras tanto, vamos a empezar por esos mitos que ya es hora de desterrar.
Mitos acerca de los vinos blancos
Alrededor de los vinos blancos giran una serie de mitos totalmente falsos que vamos a ir destapando a lo largo de este artículo. Si eres un amante del vino o te gustan las curiosidades, o ambas cosas a la vez, sigue leyendo, este artículo es para ti.
“El vino para el pescado”
Este es uno de los grandes mitos, y es afirmar que el vino blanco solo marida con pescado. Esto es totalmente falso, entre otras cosas, porque la amplia variedad de vinos blancos que existen permite que puedan maridar con cualquier plato. De este modo, los vinos blancos pueden acompañar cualquier guiso de ave, o sopas y platos a base de carne, e incluso las variedades de Pinot Gris y Verdicchio son vinos perfectos para acompañar platos especiados y picantes.
Maridaje con quesos
Siguiendo con la misma línea anterior, siempre se ha afirmado que los quesos solo maridan con tintos, algo que taqmbién es totalmente falso, pues encontramos vinos blancos ideales para quesos tipo brie, tiernos y también con algunos curados.
Los vinos blancos se toman siempre fríos
Es cierto que hay ciertos vinos blancos jóvenes que, debido a su alta acidez, es más recomendable tomarlos fríos, pero eso es solo así porque sus cualidades son limitadas. Sin embargo, los mejores vinos blancos despliegan sus mejores cualidades al alcanzar los 8º.
Propiedades de los vinos blancos
Vamos a ver a continuación algunas de sus propiedades más interesantes.
El vino blanco no es blanco
Así es, el vino blanco realmente no tiene un color blanco, sino que varía entre distintas tonalidades, desde las más claras del amarillo pajizo y amarillo verdoso hasta el amarillo oro y amarillo dorado. Las uvas con las que se elabora el vino tampoco tienen por qué ser blancas, verdes o amarillas, sino que se puede elaborar con cualquier tipo de uva.
Dentro de los vinos blancos nos encontramos los “Blanc de Blanc” y los «Blanc de Noirs», que se elaboran con uvas negras. Esto es posible si se estruja la uva y se extrae el mosto sin macerar con las pieles y se procede de inmediato a la fermentación, es decir, la pulpa de la uva siempre nos va a dar vinos blancos, y lo que aporta el color a los vinos tintos son las pieles.
Añadas y cuerpo
En general, los vinos blancos son más ligeros por la maceración, pero si la variedad de uva con la que se elaboran es potente, el vino puede tener tanta presencia como un tinto. Además, podemos encontrar muchos buenos blancos con crianza, con reserva y más de diez años de envejecimiento en botella.
Gran variedad
No podemos olvidar que dentro de los vinos blancos existe una enorme variedad que no todo el mundo conoce, que hay mucho mas mundo detrás de un verdejo, que tan de moda está ahora, y que eso depende de la variedad de uva escogida para su elaboración, pudiendo encontrar un vino elaborado con garnacha blanca, que tiene una estructura muy similar a los tintos.
Es bueno para el corazón
Un estudio llevado a cabo en la Universidad de Connecticut desveló que beber vino blanco es bueno para el corazón y que, una o dos copas de vino blanco al día, reduce las secuelas que pueden quedar tras sufrir un paro cardiaco. También se le atribuyen propiedades de protección del corazón frente al envejecimiento, manteniendo los ventrículos en buenas condiciones.
Previene enfermedades pulmonares
El consumo moderado de vino blanco durante nuestra vida mejora la salud pulmonar y previene la aparición de aquellas enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio.
Previene el cáncer de mama
Hasta hace muy poco, se pensaba que solo el vino tinto prevenía la aparición del cáncer, pero se ha descubierto que el vino blanco también protege nuestras células e impide el avance del cáncer, especialmente del cáncer de mama.
Alto poder antioxidante
Los estudios han demostrado que la cantidad de antioxidantes que podemos encontrar en el vino blanco es similar a las que se encuentran en el vino tinto o en el aceite de oliva.
Ayuda a mantener la línea e incluso favorece la pérdida de peso
Son muchas las dietas de adelgazamiento que permiten beber vino blanco, tanto es así que un estudio realizado en la Universidad de Hohenheim afirmó que en una dieta donde el 10% de las calorías procedan del vino blanco hace que la pérdida de peso sea más rápida.
Protege el cerebro
En este sentido, son tres copas de vino blanco a la semana las que tienen un efecto protector sobre el cerebro, debido a que el ácido fenólico nos protege frente a enfermedades neurodegenerativas, como la demencia.
Menos resaca
Por último, destacar que las bebidas alcohólicas oscuras tienen más congéneres, que son componentes biológicamente activos a los que se responsabiliza de las resacas. El vino blanco, en este sentido, contiene muchos menos que el tinto y, por supuesto, que el ron, el whisky o el coñac.
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