Visitamos la Ecogranja Salgot (Barcelona)

Salgot es una marca de embutidos ubicada en Aiguafreda (Barcelona). Se trata de una empresa familiar fundada en 1928 por Antoni Sagot. En sus inicios la familia contaba con un pequeño obrador en la Plaza Mayor de Aiguafreda, desde entonces no ha dejado de trabajar con muchas ganas e ilusión y siempre mirando por seguir avanzando. De ahí nació la parte de la empresa dedicada a la investigación y con ella la Ecogranja Salgot , muy ligada al medio ambiente y el bienestar de los animales a la vez que se producen productos de muy alta calidad.

La Finca El Saüc (2011), ubicada a las afueras de Aiguafreda, cuenta con una superficie de más de 4.000 metros cuadrados, dividida en naves organizadas según el ciclo de vida de los cerdos. En esta finca, además de críar cerdos destinados a producir la línea ecológica de Salgot, se llevan a cabo estudios de investigación para mejorar la raza, la salud y la alimentación de los porcinos.

Lo primero que más te sorprende al llegar a la ecogranja es que no huele como se supone que debería oler una granja de cerdos, o al menos a lo que estamos acostumbrados los de ciudad. Está ubicada en un enclave totalmente natural y muy silencioso, lo que la hace un sitio muy acogedor para las visitas. Un pequeño audiovisual nos da la bienvenida introduciéndonos la historia de Salgot y lo que podremos ver durante la visita.

Las naves son todas abiertas, para que la ventilación y la luz fluyan. La ventilación es muy importante ya que así disminuyen las enfermedades, y por lo tanto el tener que darles antibióticos a los animales. Los suelos de las naves están cubiertos con un lecho de paja, para que los animales no se dañen las pezuñas, a la vez que se puede generar estiércol para reutilizarlo más adelante. En Salgot está todo pensado como veis.

Como ya os hemos comentado las naves se dividen por ciclos de vida. La primera que nos encontramos es la de las cerdas adultas que están en etapa reproductiva. Las cerdas son 50% Duroc, especie con carne roja; y 50% Landrace, una raza más protectora que cuida a sus 9-14 crías. Mientras que el macho, que suele ser uno, es 100% Duroc. La inseminación es artificial, pero manteniéndolos tan juntos se consigue que el macho recele antes y se pueda sacar el semen. Las hembras quedan preñadas dos veces al año, y son utilizadas durante cinco años solo.

Una vez que las hembras son inseminadas y están a punto de dar a luz se pasan a la nave de parideras. Aquí es donde adultos y niños se deshacen viendo a los pequeños cerditos recién nacidos junto a sus madres. En estas naves también se hace la fase de cría, en la que los cerdos están junto a sus madres hasta el destete, luego pasarán a otras naves donde crecen y luego van al engorde.

En la nave de destete es donde vemos a todas las crías juntas de hasta 10 kilos, la nave es como un patio de recreo donde vemos jugar y hacer vida a más activos; es el momento donde socializan y aprenden. En esta zona de la visita es donde nuestros niños, si es que llevamos, aprovechan para dar de comer heno a los cerdos y pasar un rato agradable interactuando con ellos sin estresarlos.

Cuando alcanzan los 20 kilos se les considera adultos y pasan a la nave de engorde, donde llegarán hasta los 120 kilos con 8 meses de vida. El pienso que comen es natural y hacen ejercicio, por lo que la carne es de mucha mejor calidad y la grasa es entrevetada (como la del cerdo ibérico). Con esta técnica tardan más en engordar, pero el producto final lo agradece enormemente.

Una vez que alcanzan el peso ideal son transportados a mataderos con certificado ecológico situados a no más de 40 minutos en camión. Si los cerdos se estresan producirán una hormona que empeora la calidad de la carne, y todo el proceso anterior no serviría de nada. Por ello el transporte se hace con camiones con una suspensión adecuada, se llevan de noche para que duerman allí y descansen; y se sacrifican a primera hora de la mañana mediante una sedación para que no sufran.

Y después del tratamiento y la curación adecuados podemos degustar los productos. Como en nuestro final de recorrido, que acaba con una degustación tanto de productos ecológicos (actualmente un 4% del total de la marca) como otros tradicionales, servidos con un buen vino o agua; todo ello mientras disfrutamos del paisaje. Sin duda el mejor final que se puede esperar para una visita así.

Hay que destacar que toda la ecogranja es sostenible y cuenta con energía fotovoltaica y térmica; además de contar con calderas de biomasa. Los generadores de gasoil solo se encienden en caso de urgencia pero se evitan a toda costa. Por otro lado, tienen un sistema de recogida de aguas fluviales con el que se hace la primera limpieza de las cuadras. Los purines son tratados y se usan para hacer estiércol. Una apuesta por el medio ambiente muy eficiente a nuestro modo de ver.

La visita se hace los sábados a las 10.30 o a las 12, se realiza en un tiempo de una hora y cuarto aproximadamente. Está adaptada para todos los públicos e incluso el recorrido está adaptado para minusválidos. El precio es de 8 euros los adultos y niños desde 10 años; aunque si tienen el carnet del Club Súper 3, los niños hasta 14 años entran gratis. También se organizan visitas guiadas para grupos y escolares. Es un plan muy recomendable, tanto para adultos como para niños, ya que conocemos más de cerca un animal al que no estamos acostumbrados a tratar, además de disfrutar de un día en la naturaleza y conocer otros aspectos medioambientales muy importantes.

Más Info | EcoSalgot

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